Muerte con pingüino

TÍTULO ORIGINALSmert Postoronnego

GÉNERO

El tercer nombre. Madrid (2005). 226 págs. 17 €. Traducción: Mercedes Fernández Cuesta y Mario Grande.

Esta es la primera (y la mejor) entrega de una saga de novela negra que tiene como protagonistas al periodista Viktor, redactor de necrológicas, y al pingüino Misha, al que ha recogido de un zoológico que saldaba sus animales. El escenario, la Ucrania postcomunista. El caos que envuelve al país es considerable y por eso Viktor no se extraña de que le encarguen necrológicas de personajes vivos. Algo sí se inquietará cuando vea que los vivos van muriendo y comience a sospechar que las necrológicas que redacta tienen mucho que ver con los asesinatos que se van produciendo.

Andrei Kurkov despliega una desbordante imaginación para componer las peripecias del periodista, que de la noche a la mañana acoge a una niña -hija de un amigo- y la adopta como sobrina. Pingüino y niña serán el contrapeso familiar a la agitada vida de Viktor, que no quiere saber lo que sucede alrededor de su trabajo porque sospecha que saber demasiado lleva a la tumba. Por eso intenta conseguir la calma en su reducido círculo familiar Pero no habrá demasiada paz para Viktor. Aquí la novela negra pasa a adquirir tintes de humor negro y todo se caricaturiza, desde los entierros hasta las costumbres del pingüino bonachón.

Kurkov recoge la veta humorística de la literatura rusa (Goncharov, Ilf & Petrov, Zóschenko), que ya no se mueve entre los zares o los soviéticos, sino en el destrozado mosaico que surge tras la caída del comunismo y la desmembración de la URSS.

Pedro de Miguel

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