Elaborar un diccionario de filosofía no es tarea fácil y, de hecho, la mayor parte de los que existen no son meras obras de consulta, sino que se han convertido, por derecho propio, en obras clásicas. Ha ocurrido con el Ferrater Mora o con el preciadísimo diccionario histórico de filosofía que en alemán comenzó J. Ritter. En algo más que mero material de referencia está llamado también a convertirse este diccionario editado y coordinado por el profesor Ángel Luis González y que cuenta con casi 300 voces, realizadas por más de 70 expertos en las diferentes materias filosóficas.
Como indica el editor en el prólogo, precisamente lo que diferencia a este diccionario de otros existentes es la diversidad de autores y su especialización. Ello ha permitido que el diccionario, además de recoger el sentido usual de los términos, incluya en cada uno de ellos una selecta bibliografía para quien quiera por su cuenta profundizar, sin descuidar, obviamente, el cambio y la transformación histórica de ciertos conceptos, tan importante en la especulación filosófica.
Se ha pretendido, en cualquier caso, mantener pulcramente un tono expositivo, cuidando el uso de términos técnicos y la precisión filosófica, pero haciéndolos accesibles a los estudiantes. A todo ello ayuda un estilo cuidado en el que se evitan explicaciones demasiado prolijas y oscuras.
