Final Fantasy es una de las sagas más longevas e importantes en la historia de los videojuegos. Con muchos títulos a sus espaldas, algunos de dudosa calidad, no cabe duda de que los fans esperaban como agua de mayo la llegada a la actual generación de los mejores. Y así ha sido: dos de ellos, X y X-2, han aterrizado en PS3 y PS Vita.
Los resultados han sido los esperados: lo que se veía estupendamente en la PS2 se ve impresionante en la PS3, y lo que se escuchaba con gran calidad ahora es, sencillamente, un lujo. Square Enix ha mejorado los gráficos, la definición, las texturas, añadido melodías y juntado en un solo disco (en la versión de PS3) dos grandes títulos. Es una compra indispensable para los fans de Final Fantasy.
Por desgracia, algunos fallos técnicos se mantienen, como la desincronización labial en algunas escenas, y sigue la imposibilidad de saltarse las escenas de vídeo (preciosas en todo caso), que no gustarán a todo el mundo; pero todo ello no empaña el resultado: son dos juegos en uno, una remasterización que debería servir de ejemplo para muchas desarrolladoras.
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