Nintendo deja un poco de lado a Mario para centrarse en Yoshi. ¿Acierto o error? Vistos los resultados, acierto, y no porque no nos guste Mario, que nos gusta tanto, sino porque los otros personajes de la saga tienen mucho que decir… y hacer.
Woolly World se basa en una pequeña historia: el malvado Kamek ha secuestrado a decenas de Yoshis de distintos tipos y colores, convirtiéndolos en lana. Nuestro objetivo es buscar los cinco ovillos de cada nivel para salvar a todos estos amigos. Para ello contaremos con pequeñas ayudas para mejorar a nuestro tiranosaurio y hacerle más llevadero el desafío, que por otra parte no es complicado, siendo así más accesible para todos los públicos.
El aspecto visual basado en telas e hilos es excelente, lleno de imaginación y cariño, casi se diría que está hecho a mano. Todo ello con un diseño de niveles que van cambiando y que resulta de lo más atractivo y efectivo. Además el cooperativo local (sin online, una pena) invita a jugar en compañía.
Sin duda una genial apuesta para todos los públicos, especialmente pensado para los más pequeños, que disfrutarán manejando a un personaje tan entrañable de una forma tan distinta a la habitual.
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