Una crítica al “neurocentrismo”, la teoría que iguala la mente al cerebro, y a la “darwinitis” que pretende explicar lo humano como resultado de la evolución.
El joven filósofo Markus Gabriel defiende un nuevo realismo, critica ciertas tendencias del pensamiento contemporáneo y plantea problemas metafísicos importantes, pero los resuelve de modo insatisfactorio.