El Estado Islámico atrae partidarios con una retórica grandilocuente y rebosante de simbolismos, mientras Occidente no tiene otra propia para contrarrestar la propaganda yihadista.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Para aceptar las cookies pulse el botón de aceptación. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí.