Philippe-Joseph Salazar

El Estado Islámico atrae partidarios con una retórica grandilocuente y rebosante de simbolismos, mientras Occidente no tiene otra propia para contrarrestar la propaganda yihadista.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.