“Soluciones africanas a problemas africanos”

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Mujer, africana y educadora: Florence Oloo, Vicerrectora de la Universidad de Strathmore (Nairobi), impartió una conferencia en Madrid con ocasión de la III edición del premio “Comunicar África” de la Fundación Harambee (cfr. www.harambee.es). Ofrecemos una amplia selección de sus palabras, con las que subrayó el papel de la educación en la resolución de los problemas del continente.

Por desgracia, la educación en África no está pasando por un buen momento. Faltan instalaciones adecuadas y recursos pedagógicos en la mayoría de nuestros países. Muchas circunstancias contribuyen a esta deficiencia. En Mozambique, una guerra terrible clausuró o destruyó 3400 colegios. En Kenia, Mozambique y Nigeria, la masiva emigración del campo a las ciudades ha provocado un aumento de niños en edad escolar más rápido que la construcción de nuevas escuelas; este fenómeno ha conducido a la masificación escolar en edificios sin las debidas condiciones sanitarias. En muchos lugares faltan clases, libros, laboratorios, etc.

Y no es por falta de atención pública. En mi país, por ejemplo, el gobierno keniano hace un esfuerzo notable: el presupuesto anual para educación en 2005/06 fue casi el 28% del gasto público. Pero no es suficiente, y por desgracia la crisis mundial -que también nos afecta- hará que los recursos disponibles disminuyan.

Para ayudar a la mujer, educación

Los africanos, y especialmente las africanas, padecemos también otros problemas: prácticas infamantes para la mujer, legislación limitadora de derechos de la propiedad, costumbres tradicionales como casar a las niñas muy jóvenes por interés económico del padre, poligamia, y un largo etcétera.

Es necesario seguir luchando para cambiar las leyes, y para que las mujeres estemos más presentes en los lugares donde se hacen las leyes, donde se toman las decisiones. Pero eso no basta: tiene que cambiar también la sociedad. Y para esto, la solución es la misma: educación, educación, educación.

Educación para preguntarse: ¿de dónde viene esa costumbre? ¿qué sentido tenía? Y descubrir que ya no tiene sentido, y abandonarla. Sólo así haremos mejores nuestras culturas, pero sabiendo por qué, sin dejar de ser auténticamente africanos.

Educación de las mujeres, para que ellas sepan que es posible tener las mismas oportunidades que los hombres: que quieran educarse, que las madres quieran que sus hijas se eduquen, que los maestros puedan mostrar modelos de mujeres que les sirvan de guía.

Educación de los hombres, para que asuman sus responsabilidades en la familia, en la educación, en la contribución a la economía familiar. Por ejemplo, los matrimonios tempranos no se combaten sólo con la ley -que ya existe, y que castiga con la cárcel estas prácticas- sino con educación.

Recuerdo el caso de una niña masai que fue vendida en matrimonio cuando era muy joven, a cambio de ganado. Se escapó después de la boda, y después de pasar una noche en un árbol, con un león esperando debajo, llegó de nuevo a su pueblo. Allí el maestro -que se había formado en Strathmore- fue a hablar con su padre, y le convenció del error de su actuación.

Problemas africanos: soluciones africanas

Estas son para nosotros, algunas soluciones africanas para problemas africanos. Queremos que África ocupe el lugar que se merece en el concierto de las naciones. No lo conseguiremos sin ayuda de fuera, pero hemos de convencernos de que lo primero es que cambiemos nosotros.

Por eso agradecemos tanto la ayuda de organizaciones como Harambee, que respetan nuestra personalidad, nuestro deseo de ser los protagonistas de nuestro propio desarrollo, y que nos ayudan a ser no ya una mala copia de Occidente, con todas sus limitaciones, sino la mejor versión de África.

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