Rialp. Madrid (2003). 215 págs. 11 €.
Melendo, catedrático de filosofía y padre de familia, traza un perfil claro y atractivo de la familia a la luz no solo de las enseñanzas, sino también de la vida de San Josemaría Escrivá. El libro consta de cinco capítulos. El primero hace referencia a Escrivá como un hombre práctico que conjugaba lo divino y lo humano. Es el santo que habla del materialismo cristiano, evitando de este modo el angelismo y la zafiedad. Tiene autoridad moral por haber ayudado a muchos a descubrir que el amor humano era para ellos camino hacia el cielo.
El segundo capítulo -«San Josemaría y el matrimonio»- va recogiendo enseñanzas y rasgos de su vida haciendo un entramado lúcido sobre el amor matrimonial, tejido de profundas razones y pequeños detalles. Sus referencias a cómo proteger ese amor son especialmente valiosas. Después habla de los hijos, del esfuerzo permanente por convertir los hogares en luminosos y alegres como fruto maduro de la entrega de los cónyuges. El amor entre los cónyuges es la raíz de la armonía familiar.
Otro apartado lo dedica a las familias interiormente fuertes como revulsivo del mundo y pieza clave para la civilización del amor de la que hablaba Pablo VI y ahora repite Juan Pablo II. Los párrafos dedicados a la mujer son especialmente atinados. El libro termina subrayando un rasgo esencial de la felicidad personal: la entrega por amor. En fin, aporta ideas interesantes a quienes conocen las enseñanzas de S. Josemaría y a los que sin conocerlas buscan la esencia de la familia.
José Manuel Mañú