Debate. Madrid (2002). 224 págs. 15,90 €.
Este libro ofrece una visión crítica de los medios de comunicación en España, desde la transición democrática -que lo convirtió en el cuarto poder- a la actualidad. Los medios, y en concreto la prensa escrita, sufren un desgaste por motivos políticos, económicos y sociales, que es analizado por los autores desde diferente perspectivas, aunque con un sesgo marcadamente de izquierdas.
Partiendo de los ensayos de Sartori, Homo videns (ver servicio 81/98), y de Bourdieu, Sobre la televisión, Enrique Gil Calvo describe cómo la prensa se ha dejado influir por la cultura de la imagen, que convierte todo en espectáculo. Gil argumenta que esta influencia provoca una pérdida de pluralismo, una confusión entre información y opinión, ligereza de informaciones debido al olvido de la memoria histórica y, por último, una invasión de la intimidad. Denuncia que la urgencia por lo inmediato ha destituido a lo realmente importante y el tratamiento profesional deja paso a la ligereza y a la filtración de fuentes sin contrastar.
Javier Ortiz hace un repaso de las dificultades de los periodistas para mantener su independencia profesional, frente a los condicionamientos de la empresa; de los anunciantes, de la opinión pública de sus lectores u oyentes, etc. Además, destaca los peligros del periodismo globalizado, que provoca procesos de absorción, donde las decisiones se concentran en unos pocos, dejando escaso espacio para las opiniones independientes. Ortiz ilustra su ensayo con el caso del periódico El Mundo, donde él trabajó desde los comienzos, y cómo el diario se vio obligado a afrontar una opción crucial: o conformarse con el nivel de éxito alcanzado o tratar de escalar cotas superiores, renunciando a parte de su independencia económica.
Manuel Revuelta lamenta cómo el llamado cuarto poder se viene debilitando en perjuicio de una democracia poco formada y mal informada. Destaca algunos autores que se han mostrado contrarios a estos efectos del sistema: Chomsky, en su afán de denunciar el poder de las elites, y Enzensberger, con su tesis de que los medios son instrumentos del poder político.
María Luengo de la Torre