Josu de Miguel, profesor de Derecho Constitucional, ha dado a la imprenta un libro muy recomendable para quien desee profundizar en los debates políticos de nuestro tiempo y, en concreto, sobre los límites y la extensión de la libertad. Para lograr su ambicioso propósito, de Miguel realiza un repaso histórico por la idea de libertad, exponiendo cómo se ha entendido tanto en el campo del pensamiento como en el de la teoría política, para después estudiarla desde el prisma de la tradición jurídica.
Para un jurista, estudiar la libertad es preguntarse en toda su extensión por la condición humana, que también ha alumbrado su gran némesis, la igualdad. Lo que constata este ensayo es precisamente la importancia desmesurada que ha alcanzado la igualdad en el siglo XXI, relevancia que ha llegado para quedarse en buena parte de las democracias constitucionales. Si se entiende bien la tesis de fondo de este breve ensayo, la libertad sería mucho más natural al ser humano que la igualdad. Además, la igualdad es un concepto matemático que al intentar realizarse en el ámbito de las ciencias sociales acaba por romper las cabezas y los esquemas, sin conseguir nada en concreto a menudo.
De Miguel entiende que con este desplazamiento se intentan arrumbar, cuando no derrumbar, las jerarquías, a pesar de que la existencia de estas últimas es inherente a la especie humana. No obstante, libertad e igualdad pueden malinterpretarse o sufrir algunas patologías, muy bien explicadas en el texto. Mientras que la libertad puede ser caracterizada como ambigua, la igualdad puede serlo por la indeterminación. A desbrozar ambas cuestiones dedica nuestro autor amplios esfuerzos. La tensión entre ambos conceptos nunca desaparecerá y solo podrá ser reconducida, según el mejor criterio de Josu de Miguel, a través de las normas.
El autor, como diríamos coloquialmente, se moja. Y lo hace para anotar los principales desafíos del Estado de Derecho, tales como la política de la identidad, el cambio climático o las nuevas tecnologías, modas que suscriben discursos cada vez más moralizantes que atentan contra la libertad constitucionalmente reconocida. Para Josu de Miguel, solo conseguiremos resolver la encrucijada si armonizamos las exigencias de antiguos y modernos. Al fin y al cabo, “la libertad liberal fue aquella que los seres humanos primero y ciudadanos después ganaron al poder a través de la Constitución”, afirma en este libro que aclara por qué defenderla es tan importante.
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