La vida cristiana

EUNSA.

Pamplona (1992).

849 págs.

4.500 ptas.

GÉNERO

Ésta es una obra de importancia excepcional, puesto que se trata de un manual completo y claro de teología moral fundamental, fiel a las enseñanzas del Magisterio, que tiene en cuenta la literatura relevante -clásica y contemporánea- sobre la materia, y está enraizado en la Biblia. El libro responde plenamente a la llamada, hecha por el Concilio Vaticano II, a renovar la teología moral, de modo que quede patente la profunda unidad entre las diferentes áreas de la teología: bíblica, sistemática, moral y espiritual.

La especial significación de esta obra consiste en que constituye una magistral presentación de la vida moral cristiana como lo que libera a las personas humanas de las cadenas, autoimpuestas, del egoísmo, el hedonismo, el individualismo. En el capítulo introductorio el autor facilita a los lectores una magnífica comprensión de la naturaleza de la teología moral católica -que sólo puede ser realizada con éxito bajo la guía del Magisterio- y de su historia. A continuación, se ocupa de mostrar que los seres humanos, a los que Dios ha dado la inteligencia y el poder de autodirigirse, sólo pueden encontrar la felicidad, la verdadera realización humana, entregándose incondicionalmente a la tarea de hallar la verdad y de acomodar a ella sus vidas y sus acciones.

En primer lugar, muestra que las normas morales no son de modo alguno limitaciones arbitrarias impuestas a las personas para someterlas a control, sino, al contrario, verdades liberadoras que les orientan en sus decisiones. Con sus buenas decisiones y acciones, las personas se hacen, cada vez más plenamente, lo que Dios quiere que sean; con sus malas decisiones y acciones, se infligen a sí mismas más daño que el que los demás pueden hacerles, en virtud de la terrible capacidad que el hombre tiene de engañarse.

Además, el autor destaca la verdad de que Dios es nuestro mejor y más sabio amigo, el único siempre dispuesto y deseoso de acudir en nuestra ayuda. De hecho, nos ha enviado a su Hijo, verdadero Dios y verdadero hombre, para que sea el camino, la verdad y la vida.

Con el bautismo nos convertimos en nuevas criaturas. Dios nos da un corazón nuevo, derramando su amor en nosotros y dándonos las virtudes -las fuerzas interiores- que necesitamos para vivir como hijos suyos, hermanos de su Hijo amado, para que seamos santos como lo es su Padre, que quiere que participemos de la vida íntima del Dios trino. Y esta vida comienza aquí y ahora, en nuestra existencia diaria, y hallará su plena realización al final del tiempo, cuando resucitemos gloriosos con nuestro Señor y Salvador.

Ramón García de Haro es profesor ordinario de Teología moral en el Instituto Juan Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia, de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Anteriormente había publicado numerosos libros y artículos relacionados con la moral. Su última obra manifiesta que está familiarizado con los Padres de la Iglesia-Agustín, Crisóstomo y otros- y con lo mejor de la teología moral católica actual. También integra en su estudio la sabiduría de los grandes escritores espirituales de la Iglesia -como Teresa de Ávila, Francisco de Sales y Josemaría Escrivá de Balaguer- y encuentra en los escritos del Papa Juan Pablo II un tesoro de sabiduría para la gente de hoy.

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