Seis años después de su última novela –También esto pasará–, Milena Busquets (Barcelona, 1972) publica Gema, en la que la protagonista es una mujer de mediana edad que trata de salvar del olvido a una amiga de la infancia, Gema, fallecida a causa de una leucemia fulminante con solo quince años.
La obra transcurre en Barcelona a lo largo de los meses estivales, cuando la protagonista trata de traer al presente su último encuentro con ella en el patio del Liceo Francés. A todo su entorno, a su editor, a su pareja, a sus amigos y conocidos les dice lo mismo: está en medio de una “investigación”. Una investigación en la que trata no solo de recordar a su amiga, sino de camuflar el declive de su relación amorosa con un conocido actor de teatro.
Milena Busquets se ayuda de un estilo sencillo, creíble y cercano para jugar con el lector a lo largo de toda la obra: la protagonista no tiene nombre, pero la voz narradora es casi idéntica a la de la autora, lo que lleva a pensar que estamos ante unas memorias en vez de ante una obra de autoficción, en la que la realidad y la invención se ven entremezcladas. Para ello emplea un estilo muy personal, que ya va siendo característico en toda su obra y que, en parte, define su posicionamiento vital: darle importancia a lo mundano, a las cosas materiales, pero sobre todo al amor, y también al sexo.
La obra es un cúmulo de vivencias en cuyo eje está situada Gema, y cuya esencia son las relaciones amorosas de la protagonista (presentes y pasadas), la muerte, el amor, la felicidad y la enfermedad. Busquets trata un tema tan trágico como el fallecimiento de su amiga con ligereza, optimismo y buen humor, al negarse a hablar de la muerte en un tono sombrío y melancólico. Al contrario, le da la vuelta al modo como se suele hablar sobre la muerte de una adolescente y convierte la novela en un viaje vital para disfrutar de lo cotidiano, de la amistad y el amor, y, sobre todo, para llegar a tiempo a las despedidas.
Aunque se trata de un libro con un hilo conductor débil e irregular, en el que se puede llegar a cuestionar qué papel desempeña la joven Gema en toda la obra, es en la estética sentimental, el dandismo burgués y en los geniales aforismos donde reside su interés.