EIUNSA. Madrid (2001). 219 páginas. 10,82 €.
Oliveros F. Otero termina con este libro una trilogía; los dos anteriores son Educar la voluntad y Educar el corazón. Frente a los errores de los planteamientos derivados del racionalismo, del voluntarismo y del sentimentalismo, son cada vez más los autores que encaran la educación desde un planteamiento global y armónico entre la razón, la voluntad y la afectividad, en un proyecto vital abierto a la trascendencia y al servicio de los demás.
Educar la inteligencia es un libro práctico. Apoyándose en el pensamiento de autores clásicos y modernos, Otero conjuga su calidad intelectual con su experiencia práctica como docente y como orientador familiar, y reflexiona sobre las diversas facetas del uso de la inteligencia. Sobre todo se centra en las que tienen que ver con el desarrollo de la convivencia familiar -muy al hilo de la llamada inteligencia emocional- y con la no menos necesaria de la inteligencia moral. El uso de la inteligencia no se puede plantear al margen de las convicciones y circunstancias vitales.
Hoy se habla más de inteligencias que de inteligencia. La inteligencia es una y múltiple. Desde luego es mucho más que un resultado unilateral de la genética; se puede y se debe ejercitar y desarrollar; no sólo tiene manifestaciones académicas. Aprender a pensar requiere, entre otras cosas, saber discernir entre la cada día más abundante información que nos llega. Se puede y se debe educar la inteligencia en las diversas situaciones que se plantean en las relaciones familiares, fomentando la lectura, aprendiendo a ver cine, ayudando, en toda circunstancia, a querer pensar y a pensar bien.
Otero aporta una bibliografía variada y rica, a la vez que a lo largo del texto recoge diálogos de películas famosas que sirven para ejemplificar lo que ha tratado a lo largo del capítulo correspondiente. Mediante abundantes citas, da a conocer al menos una docena de libros valiosos. Su especial afición a las biografías como instrumentos educativos queda patente a lo largo de estas páginas.
Si bien se centra en el desarrollo intelectual, aborda aspectos sugerentes como los derivados de la relación de la mente con la voluntad y el amor. La vida real está llena de situaciones en las que se requiere el uso de un amor inteligente.
Este ensayo de Oliveros F. Otero sugiere algunas pautas para la educación, especialmente en el ámbito familiar, si bien resulta útil para docentes de distintos niveles educativos. Su lectura requiere un nivel cultural universitario.
José Manuel Mañú