Cuenta alguna periodista acreditada en el Vaticano que, en cuanto se supo el nombre del nuevo Papa, varios periodistas de Vatican News (el portal de información de la Santa Sede) sacaron un billete de avión para Perú. El objetivo: explorar las raíces de León XIV en su patria de adopción. Fruto del viaje es este documental de urgencia que acaba de estrenar el Dicasterio para la Comunicación y que puede verse en YouTube.
Se trata de un reportaje de 45 minutos en el que se recogen testimonios de algunas personas que conocieron a Robert Prevost a lo largo de los casi veinte años que estuvo en Perú. Veinte años que comprenden sus diez años en Trujillo como sacerdote y misionero joven y formador del seminario, y sus nueve como obispo de Chiclayo y administrador apostólico en Callao. En el documental hablan sacerdotes, agustinos, pero sobre todo fieles laicos, personas muy sencillas que cuentan –y a veces incluso cantan– con sencillez el impacto que el padre Roberto –luego obispo Prevost– ha tenido en sus vidas.
El punto fuerte del documental es la actualidad y la rapidez con la que Salvatore Cernuzio, Felipe Herrera-Espaliat y Jaime Vizcaíno Haro han conseguido armar el perfil de un recién nombrado Papa, hasta ahora, muy poco mediático. Cuando empezó el Cónclave, al cardenal Prevost le conocían los agustinos, le conocían en Perú y, desde hace menos de dos años, los obispos y cardenales, pero no era ni un Tagle ni un Parolin.
También suman la naturalidad de los entrevistados, la falta de pretensiones del documental –es un producto muy consciente de sus limitaciones– y el canal elegido para estrenarlo: en abierto y al margen de plataformas comerciales. Es un documental “institucional” que tiene una misión de servicio público.
En contra juega una edición muy plana y sencilla, un guion algo reiterativo, un tono excesivamente local y la inclusión de algunos materiales que tienen muy poco peso narrativo (por ejemplo, las canciones, que resultan excesivas).
Estos peros se disculpan porque son fruto de las prisas. El documental se rodó en solo siete días. Lo mejor es enemigo de lo bueno, y aquí no se trataba de hacer “el documental” sobre León XIV sino el primer reportaje sobre un papa recién estrenado. Y desde esta perspectiva, León de Perú funciona, refleja bien algunos rasgos de la personalidad humana y espiritual del nuevo pontífice, sirve como material biográfico y es un magnífico aperitivo en espera de documentales más elaborados.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta