Llegaron de diferentes pueblos de Sevilla a un polígono inmenso e impersonal alejado de comercios, servicios médicos, medios de transporte… Eran los comienzos de los años 70 y la España rural se trasladaba en oleadas a lugares masificados y apenas adecuados para una vida digna.
En su primer documental, Reyes Gallegos muestra una intuición considerable para captar los matices de verdad a través de pequeños detalles. Con un uso muy sugerente y personal de la imagen fija y de la edición, su discurso es un coloquio de mujeres con encanto y vitalismo que deciden construir una cultura desde cero, contando con la ayuda y valentía de todas. El proceso de humanización de sus barrios tiene calado, con unas aspiraciones culturales y de búsqueda del bien común que hace que sus protagonistas resulten verdaderamente heroicas, además de resueltas y divertidísimas.
La música vehicula perfectamente la historia, compuesta por relatos entrecruzados que exponen soluciones concretas a problemas reales. Todo con un tono reivindicativo tan medido como convincente. Este documental recuerda a El 47, aunque creo que genera una mayor empatía y admiración por unas protagonistas que se definen con más vitalidad y detalle en su grandeza y naturalidad.