En vísperas de su visita oficial a Israel, Palestina y Jordania (20-23 de marzo), el presidente estadounidense Barack Obama ha recibido una carta escrita en nombre de los cristianos de esos países, para llamar su atención sobre la situación precaria en que se encuentran. La carta lleva fecha del 14 de marzo y está firmada por el secretario de la Comisión Justicia y Paz, de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa.
El texto destaca las dificultades de los palestinos, musulmanes o cristianos, en los territorios ocupados por Israel: expansión de asentamientos judíos ilegales, expropiación de terrenos, restricciones a los desplazamientos para visitar los Santos Lugares o por motivos de trabajo.
La carta cita también los obstáculos que se ponen a la reunión de familias separadas por la frontera entre Israel y Cisjordania, y la denegación de licencias a palestinos para construir en Jerusalén Este, lo que les fuerza a emigrar.
Los cristianos, añade el texto, son tratados como “ciudadanos de segunda clase”, pese a su importante contribución en ámbitos fundamentales como la educación, la salud o los servicios sociales. Si, por las presiones que sufren, desaparecieran los cristianos de Tierra Santa, las consecuencias serían “catastróficas”, especialmente “ante el auge de los fundamentalistas en ambos lados”.
La carta termina pidiendo a Obama “que exija al Estado de Israel que respete el derecho internacional y detenga todas las políticas ilegales contra la población palestina de Tierra Santa”. Esa, dice, “sería la mejor manera de ayudar a preservar y proteger la presencia cristiana en Tierra Santa”.