Dicen que es tímido e introvertido como Benedicto XVI, que tiene la energía de Juan Pablo II y que su predicación es directa y aterrizada como la de Francisco. Robert Prevost lleva 100 días siendo Papa y, aunque todos los analistas coinciden en señalar que es muy pronto para adivinar el rumbo del pontificado, hay algunos gestos que pueden indicar cómo gobernará la iglesia el nuevo Papa y cuáles serán sus prioridades.
Se cumplen los 100 primeros días del Pontificado de León XIV, un lapso de tiempo que, en términos políticos, se ha popularizado como tregua para quien empieza a gobernar -los 100 días de gracia- y como periodo para analizar las primeras decisiones de quien estrena mandato.
En el caso de León XIV casi todos los análisis publicados estos días en diferentes medios repiten la misma idea: es pronto para concluir casi nada. En parte, porque los tiempos de la Iglesia no son los de las redes sociales y, en parte también, porque uno de los rasgos que destacan en la personalidad del nuevo Papa es la serenidad y la prudencia. Dos cualidades que casan poco con las prisas.
Se decía, con razón, que el Papa Francisco era una máquina de dar titulares. El carisma de León XIV es otro. Y, si en los primeros cien días de Francisco se hablaba ya del efecto Bergoglio, con sus frases improvisadas, sus cambios impactantes (vivir en Santa Marta) o sus rápidas decisiones (creó en las primeras semanas el consejo de cardenales para reformar la curia), no parece que vaya a hablarse de ningún efecto Prevost. Y eso no tiene por qué ser negativo. Es solo una señal de que no hay una única manera de ser Papa.
De todas formas, que no se hable de un efecto Prevost no significa que León XIV no haya protagonizado algunos gestos en estos meses que, aunque no abran portadas, quizás marquen el futuro de su pontificado. Muchos de estos gestos, por cierto, estaban ya expresados en las primeras palabras que León XIV pronunció la tarde del 8 de mayo.
1. Antes de mandar, escuchar
Desde el 12 de mayo, cuatro días después de su elección, el Papa León XIV ha dedicado muchas horas a escuchar a cardenales, obispos, sacerdotes, representantes de órdenes religiosas, movimientos e instituciones y laicos que trabajan en la Curia. Para confirmar el dato, nada mejor que recorrer los boletines diarios que publica la Oficina de Prensa. Prevost tiene experiencia de gobierno –ha sido prefecto, obispo y prior de los agustinos muchos años– y es consciente de que, antes de gobernar, es importante escuchar. Y es lo que está haciendo estos primeros meses. Una actitud que, además, es coherente con su deseo de establecer puentes, en primer lugar, dentro de la propia iglesia.
Desde el 12 de mayo, cuatro días después de su elección, León XIV ha mantenido numerosos encuentros con personas que trabajan en el Vaticano
2. Para conseguir la paz, oración y diplomacia
León XIV es muy consciente de vivir en un mundo asolado por las guerras y su llamado a la paz ha sido constante desde que fue elegido Papa. Como señalan los periodistas Javier Martínez Brocal e Inés San Martín en el podcast Descifrando a León, el Papa considera la paz un don de Dios y, por eso, lo primero a lo que anima siempre es a la oración. Esto no quita que sea muy consciente –y así lo ha destacado en varios discursos– del valor de la diplomacia. El 18 de julio, después del ataque del ejército israelí a Gaza, León XIV tomó una serie de rápidas medidas –condena, comunicado, larga conversación con Netanyahu, petición de alto el fuego y envío de emisarios– que muestran el papel activo que la Santa Sede está dispuesta a desempeñar para conseguir el final de los conflictos.
3. La vuelta a Castel Gandolfo
Después de trece años, un Papa volvía a “veranear” en Castel Gandolfo. Con este gesto, como con muchos otros, León ha demostrado no sentirse atado por las decisiones de Francisco, que no cogía vacaciones y pasaba el verano en Roma. Por otra parte, es un gesto coherente en un Papa que, cuando era cardenal, asistía al gimnasio semanalmente. Mens sana et anima sana in corpore sano.
4. La misa de la Creación
El 3 de julio, el Papa León promulgó un decreto para aprobar la Misa por el cuidado de la Creación y el día 9 de julio la celebró por primera vez en Castel Gandolfo. En el marco del décimo aniversario de la proclamación de Laudatio si, esta celebración litúrgica ha sido vista por algunos como un ejemplo de la continuidad de León XIV con sus dos antecesores: la sensibilidad ecológica de Francisco y la importancia que le daba a la liturgia Benedicto XVI.
5. Newman, doctor de la Iglesia
El 31 de julio, el Papa anunció el nombramiento del cardenal Newman como doctor de la Iglesia. Para la mayoría de los vaticanistas, esta ha sido la primera decisión de gobierno importante del nuevo Papa. Newman ha sido, en cierto modo, una figura que ha unido a los últimos Papas. Juan Pablo II fue un gran admirador del cardenal inglés y promovió su beatificación, Benedicto XVI lo beatificó y Francisco lo canonizó. Newman, como han destacado algunos analistas, es un perfil de consenso capaz de unir las diferentes sensibilidades dentro de la iglesia, que han aplaudido unánimes la decisión del Papa. Fue un converso de ortodoxa doctrina pero abierto a la profundización teológica. Y un gran defensor del papel de la conciencia en la vida del creyente.
El nombramiento del cardenal Newman como Padre de la Iglesia es, para muchos analistas, la decisión más importante de estos 100 primeros días de pontificado
6. Un Papa preocupado por los algoritmos
No se puede decir que León XIV es un nativo digital, pero sí que es el primer Papa que, antes de serlo, manejaba sus propias redes sociales. Hemos leído los tuits de Prevost y le hemos visto enviar vídeos cortos a sus feligreses en Perú. Además, es matemático. Por eso, cuando les dijo a los jóvenes que “ningún algoritmo puede sustituir un abrazo, una mirada, un encuentro verdadero”, su mensaje no sonó a eslogan. León XIV es un Papa muy consciente del valor y los riesgos de las redes sociales. Habla bastante de ellas y algunos han llegado a decir que su primera encíclica podría versar sobre la IA.
7. Un obispo experto en pastoral LGTBI
Sin duda, uno de los temas que suscita más interés a los medios es la postura que el Papa León XIV adoptará frente a las personas LGTBI. Entre otras cosas porque algunas de las decisiones de Francisco más contestadas tuvieron que ver con esta cuestión: desde gestos y frases hasta cuestiones de más calado, como la promulgación de la Fiduccia Supplicans. De momento, León no ha dicho nada sobre estas cuestiones, pero sí causó un cierto revuelo el nombramiento de Thomas Hennen como obispo de Baker, Oregon. Hennen, de 47 años, es relativamente conocido en EEUU por la pastoral que ha realizado con personas LGTBI. Un perfil que podría recordar al de James Martin, aunque en el caso de Hennen su actividad no ha estado teñida de la ambigüedad que a veces se ha criticado a Martin. Hasta su nombramiento, Hennen fue capellán de Courage, un apostolado católico para personas que experimentan atracción al mismo sexo y que desean vivir en castidad. Una iniciativa que demuestra que la acogida a las personas no está reñida con la verdad y la claridad doctrinal.
Con otras palabras, ni rechazo a ninguna persona ni diluir la exigencia moral del Evangelio. Quizás por ahí puedan ir los tiros…
8. Con los jóvenes: 40 minutos de rodillas
Había mucha expectación por ver desenvolverse a León XIV en el Jubileo de los jóvenes. Era la primera vez que se vería al Papa rodeado de multitudes y hablando además al futuro de la iglesia. Para desgracia de muchos periodistas, León XIV no dio muchos titulares. Algunos destacaron precisamente la falta de protagonismo del Papa, que no participó en algunos de los actos organizados en Roma, cediendo el paso a los obispos locales.
En cuanto a los actos centrales, lo que más sorprendió no fueron los discursos de León XIV… sino el tiempo que dedicó a la oración ante el Santísimo. Mucho más del que dedicó Francisco en la JMJ de Río de Janeiro o Benedicto XIV en la de Madrid. 40 larguísimos minutos. De rodillas. Y muchos de ellos en silencio.
Javier Martínez Brocal, corresponsal de ABC y colaborador de Aceprensa, lo resume así: “En estos actos, que normalmente sirven para conocer las prioridades de los Papas, me ha impresionado que centrara sus esfuerzos en enseñar a los jóvenes a rezar y en rezar con ellos. No solo ha dicho que Jesús debe estar en el centro de la vida cristiana, sino que lo ha vivido así, estando más tiempo de rodillas en silencio que pronunciando discursos”.
9. San Agustín: el gran protagonista
Aunque el futuro de este pontificado, como el futuro de casi todo, sea incierto, sí hay a estas alturas una evidencia: san Agustín será uno de los grandes protagonistas.
En su primera intervención como Papa, León XIV se definió como un hijo de san Agustín y, desde entonces, no ha dejado de citar prácticamente en cada discurso y homilía a su padre espiritual. Que, por otra parte, es un Padre de la Iglesia y, junto a santo Tomás, uno de los grandes filósofos y teólogos de la historia de la Iglesia.
Por otra parte, en plena crisis de confianza y autoridad y en medio de un fuerte escepticismo frente a las instituciones (síntoma de la posmodernidad), resulta estimulante que un religioso hable con tanto cariño de su fundador y pregone sin complejos su vocación de agustino.
10. Las primeras críticas: un Papa americano… que habla poco en inglés
A pesar del perfil conciliador de León XIV, las primeras críticas no han respetado ni el periodo de gracia. Algunos medios católicos, especialmente americanos, le han afeado que no utilice más su lengua materna. El primer papa estadounidense habla con fluidez el inglés, el español y el italiano. Ha utilizado las tres lenguas en sus intervenciones, pero con un predominio claro del italiano.
Los que critican al Papa por hablar poco en inglés sostienen que hay 1.500 millones de angloparlantes en el mundo frente a 68 millones que hablan italiano. Y sostienen que, especialmente en temas de política internacional, como la inmigración o la guerra, el mensaje del Papa sería mucho más escuchado si lo pronunciara en inglés. Frente a estas críticas, otros defienden también la prudencia de León XIV en este aspecto: el Papa no deja de ser el obispo de Roma y, por lo tanto, tiene todo el sentido que utilice el italiano. Y, al final, lo importante es el mensaje, no el idioma en el que se pronuncia.
2 Comentarios
Muy buen artículo. Pero Newman será nombrado Doctor de la Iglesia, me parece: no «Padre de la Iglesia», que son todos del primer milenio, sobre todo de los primeros cinco siglos.
Muchas gracias por la observación, José Antonio. Efectivamente, se trataba de un error. Ya está corregido.