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Las órdenes religiosas en Francia agrupan fuerzas ante el envejecimiento

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La edad media de las religiosas en Francia es 74 años y la de los religiosos, 70. Este proceso de envejecimiento lleva a que muchas congregaciones tradicionales corran peligro de extinción, mientras que la esperanza viene de las nuevas comunidades surgidas en los últimos 25 años. Para plantearse el porvenir de la vida religiosa en Francia, ha tenido lugar en Lourdes una asamblea en la que por primera vez se han reunido los superiores mayores de órdenes religiosas masculinas y femeninas.

La Iglesia en Francia cuenta con 50.000 religiosas, de las cuales 5.000 son de clausura; y con 10.000 religiosos, de los que 1.500 son monjes. Pero, habida cuenta de su edad media, «en los próximos años la caída será brutal», asegura en La Croix (5-XII-2000) el provincial de los dominicos, Eric de Clermont-Tonnerre. Las congregaciones religiosas pierden ya ahora un 4% de efectivos al año.

Las cifras generales ocultan situaciones muy diferentes. Según declara a Le Monde (5-XII-2000) el P. Gérard Lachivert, secretario general de la Confederación Francesa de Superiores Mayores, «globalmente se puede decir que para muchos institutos creados en el siglo XIX para tareas educativas, caritativas o sanitarias, la extinción es segura». «rdenes tradicionales y prestigiosas, como los jesuitas, no logran suscitar más que cuatro o cinco vocaciones al año, frente a unos 30 fallecimientos. «Esto significa que la Compañía habrá perdido 300 miembros sobre 650 de aquí a diez años». La edad media actual de los jesuitas franceses es de 70 años.

Los dominicos salen algo mejor librados. Cada año entran regularmente entre 6 y 9 novicios. De unos 430 dominicos, 160 tienen menos de 55 años. Más preocupante es la situación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, congregación de enseñanza fundada en el siglo XVII: de sus 980 miembros, solo 200 están en activo y apenas ingresa un novicio al año.

En cambio, dan prueba de juventud y dinamismo las comunidades nuevas, fundadas en los últimos treinta años, bastantes en torno a la Renovación Carismática. Estos grupos, a veces vistos por otros con recelo por «demasiado tradicionales», tienen una edad media de 35 años, y nuevas vocaciones en torno a 12-15 al año. También se observa un renacer de las vocaciones más conventuales. «Las formas de vida religiosa menos visibles exteriormente encuentran más dificultades», asegura el provincial de los dominicos.

Para afrontar el porvenir, los superiores reunidos en Lourdes han constatado la necesidad de agrupar las fuerzas. Ya actualmente algunas congregaciones se reagrupan en federaciones, otras se unen para formar una sola orden y otras simplemente se extinguen. En los próximos años, algunas de las 337 congregaciones femeninas tendrán que tomar decisiones dolorosas. Actualmente, entre todas cuentan con 512 novicias (de las cuales 196 son de origen extranjero).

Los superiores advierten la fragilidad psicológica de bastantes jóvenes atraídos por la vida religiosa, pero que se asustan ante un compromiso definitivo. Entre las pistas sugeridas está la de una experiencia religiosa «renovable», con votos que se renovarían anualmente.

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