El Papa pide a los cristianos que no abandonen Irak

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En un mensaje dirigido a los cristianos de Irak, Juan Pablo II les ha pedido que no emigren y que permanezcan en su país para «perpetuar la herencia religiosa de sus padres» en un clima de paz y de reconciliación. En la actualidad se calcula que, del medio millón de cristianos de Irak, unos cien mil han emigrado como consecuencia de la Guerra del Golfo y de la crisis económica provocada por el embargo internacional a que está sometido el país.

Junto a palabras de ánimo para superar las dificultades actuales, el Papa afirma que ha pedido en diversas ocasiones que cese el aislamiento internacional contra Irak, cuyos efectos «son padecidos sobre todo por los más pobres y débiles».

El éxodo de cristianos es un fenómeno general en los países de Oriente Medio, como consecuencia de los conflictos, la penuria económica y, en algunos sitios, de la discriminación. En el Líbano, donde aún siguen desplegados 40.000 soldados sirios, ahora los cristianos maronitas son una minoría. El pasado marzo, el presidente libanés, Elías Harawi, invitó oficialmente a Juan Pablo II a visitar el país.

Pero la autoridad real se ha trasladado desde la presidencia, que está reservada a un maronita, al primer ministro musulmán, Rafic Hariri, un multimillonario que ha vivido gran parte de su vida en Arabia Saudita y goza de la confianza de Siria. Por haber acusado a Hariri de «querer islamizar el Líbano», ha sido cerrado el canal privado de televisión ICN y suspendida la publicación del diario Nida al Watan. Ambos medios son propiedad de un cristiano, Henri Sfeir.

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