El debate en los círculos menores pide corregir la Relación

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Faltan tres días para que finalice el Sínodo. La comisión designada por el Papa redacta la Relatio Synodi, el documento conclusivo que será el principal resultado de los quince días de trabajo de los trescientos padres sinodales. Por los comentarios que se han filtrado, hay asuntos muy debatidos, y la comisión deberá hacer un gran esfuerzo para que este sábado por la tarde la asamblea sinodal dé un amplio respaldo al texto.

En los Sínodos, la base de partida para el documento final es la Relatio post disceptationem, que traducido al lenguaje común quiere decir la “relación después del debate”. Este texto, de 58 puntos, ha recibido duras críticas, hasta el punto que la Secretaría del Sínodo ha querido quitar hierro al documento. En un comunicado decía que “se le ha atribuido un valor que no corresponde a su naturaleza” y es solo “un documento de trabajo”.

Mons. Stanislaw Gadecki, presidente de la Conferencia Episcopal polaca, ha declarado a la Radio Vaticana que la impresión es que se centra más en casos especiales que en las familias católicas normales. “¿Es el propósito de este sínodo apoyar pastoralmente a las familias en dificultades, o el estudio de casos especiales? Nuestra tarea principal ha de ser la de apoyar la pastoral familiar, no golpearla exponiendo situaciones difíciles que existen, pero que no constituyen el núcleo de la propia familia, y que no excluyen la necesidad de apoyar a las familias normales, comunes y corrientes que luchan no tanto por sobrevivir sino por la fidelidad”.

Los homosexuales deben ser acogidos pero sin que esto parezca una aprobación, por parte de la Iglesia, de su orientación y su forma de vida

También ha criticado el concepto de gradualidad que aparece en la Relatio: “¿Es realmente posible tratar la cohabitación como un camino a la santidad?”, y el punto que trata de la posibilidad de que las parejas homosexuales tengan menores a su cargo: “Ese es uno de los errores del texto, que en vez de incentivar la fidelidad y los valores familiares, acepta las cosas tal y como se presentan”. Además, afirma Mons. Gadecki, “se da la impresión de que la enseñanza de la Iglesia ha sido implacable, mientras que ahora se inicia la enseñanza misericordiosa”.

Otra dura crítica –como el Sínodo es a puertas cerradas, no se ha podido confirmar– proviene del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Según la prensa italiana, el cardenal Müller, nombrado para este cargo por Benedicto XVI y confirmado por el actual pontífice, en su intervención en uno de los círculos menores, criticó con severidad la Relatio, en particular los capítulos dedicados a las parejas homosexuales, la cohabitación y los sacramentos a los divorciados vueltos a casar, expresando su total oposición. Müller especificó que hablaba como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En un libro publicado en la víspera del Sínodo, Müller y otros cuatro cardenales habían atacado las propuestas de Kasper sobre los divorciados vueltos a casar.

Se pide una referencia más amplia al mensaje positivo del evangelio de la familia y al hecho del matrimonio como sacramento

La interpretación en la opinión pública

Aunque con tonos más contenidos, incluso el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, mostró su perplejidad por la interpretación que la opinión pública ha dado a la Relatio. “Hubo cierta sorpresa –afirmó el cardenal Filoni– en los círculos menores al leer las reacciones iniciales de los medios de comunicación, y también preocupación acerca de lo que realmente se ha entendido, como si el Papa hubiese dicho, como si el Sínodo hubiera decidido, y esto no es cierto. Es un documento de trabajo en el que estamos expresando nuestros puntos de vista”.

“Básicamente, nuestra idea –continuó– es que estamos trabajando para poner en las manos del Santo Padre un resultado sobre el que él mismo decidirá en relación con el tercer momento del Sínodo, la asamblea ordinaria del mes de octubre del año 2015”. Filoni frenó también sobre las reacciones de los medios de comunicación en torno a los homosexuales y a la comunión para divorciados y vueltos a casar. “Me encantaría que los medios de comunicación ayudaran al lector a comprender en este momento la riqueza del debate, con la dinámica más amplia que hay sobre el tema de la familia. No tratamos solo un aspecto u otro, sino el tema en su totalidad y amplitud.. todavía queda mucho por hacer”.

Otros comentarios sobre una “errada interpretación” de la Relatio vienen del cardenal Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban (Sudáfrica) y uno de los moderadores de los círculos menores. Las expectativas de muchos, dijo, son “irreales”, y “reflejan más lo que la gente querría que sucediese, y no lo que ocurre en realidad”. “La Relatio –subrayó– es solo un sumario”. Sobre el tema de los homosexuales, por ejemplo, “mi preocupación –ha especificado Napier– es que el mensaje que ha salido no es cierto”.

La Relación es un documento de trabajo que no expresa una opinión única y compartida por todos los Padres sinodales

Una última señal de las tensiones que hay en el interior del Sínodo es una información según la cual la Secretaría del Sínodo había decidido que no se hicieran públicos los resultados de los círculos menores. Pero el cardenal Erdő, el relator general, intervino diciendo que si se había publicado la Relatio post disceptationem –que tantas críticas ha recibido–, también se deben publicar las conclusiones de los círculos menores. Al fin se ha decidido que serán públicas.

 

Un documento de trabajo

El texto de la Relación ha dado lugar en los Círculos menores a un amplio debate, que ha sido resumido en el siguiente comunicado no oficial de fecha 16 de octubre

(…) En general, los círculos menores ofrecieron tanto una evaluación de la Relatio post disceptationem (RPD), documento provisional en la mitad del recorrido del Sínodo, como varias posibles sugerencias para su inclusión en la Relatio Synodi (RS), documento definitivo y conclusivo de la Asamblea.

En el Aula se expresó, en primer lugar, perplejidad por la publicación, si bien legítima, de la RPD, porque, se dijo, se trata de un documento de trabajo que no expresa una opinión única y compartida por todos los Padres sinodales. Por lo tanto, después de haber apreciado el gran trabajo realizado para la redacción del texto y su estructura, los Círculos menores presentaron sus sugerencias.

Ante todo se hizo hincapié en que la RPD se concentra en las preocupaciones de las familias en crisis, sin una referencia más amplia al mensaje positivo del evangelio de la familia, al hecho de que el matrimonio como sacramento, unión indisoluble entre el hombre y la mujer, es un valor aún muy presente y en el que muchas parejas creen. Por ello, se espera que la RS contenga también un mensaje fuerte de aliento y apoyo de la Iglesia a los cónyuges fieles.

Por otra parte es esencial –se afirmó– evidenciar más adecuadamente la doctrina sobre el matrimonio, insistiendo en que es un don de Dios. Otras sugerencias adicionales fueron que en la RS se integren también elementos no contenidos en la RPD como el tema de las adopciones (…); o incluso las cuestiones de la biotecnología y la difusión de la cultura a través de la web, (…) así como una nota acerca de la importancia de las políticas en favor de la familia.

Se reiteró que es necesario prestar más atención a la presencia de los ancianos en los hogares y a las familias que viven en extrema pobreza, denunciando también las tragedias de la prostitución, la mutilación genital femenina y la explotación de niños con fines sexuales y laborales. Es importante –se dijo en el Aula– resaltar el papel fundamental de las familias en la evangelización y en la transmisión de la fe, destacando la vocación misionera. Todo ello con el objetivo de proporcionar una evaluación completa y equilibrada de la idea de “familia” en el sentido cristiano.

Acoger a todos evitando confusiones en la doctrina

Con respecto a las situaciones familiares difíciles, los Círculos menores han evidenciado que la Iglesia debe ser una casa acogedora para todos (…). Sin embargo, se manifestó el deseo de una mayor claridad, evitando confusiones, vacilaciones y eufemismos en el lenguaje; por ejemplo sobre la ley de la gradualidad, para que no se convierta en gradualidad de la ley. Además, algunos Círculos expresaron su preocupación por la analogía hecha con el párrafo 8 de la Lumen gentium, ya que podría dar la impresión de una voluntad por parte de la Iglesia, de legitimar situaciones familiares irregulares, aunque puedan representar una etapa en el camino hacia el sacramento del matrimonio. (…)

Con respecto al acercamiento de los divorciados que se han vuelto a casar al sacramento de la Eucaristía, se expresaron, por la mayor parte, dos opiniones. Por un lado, se sugirió que la doctrina no se modificase y siguiera siendo la misma de ahora; por otro se habló de abrirse a la posibilidad de conceder la comunión, desde la perspectiva de la compasión y de la misericordia, pero solo si se cumplen unas condiciones determinadas. En algunos casos, además, se sugirió que la cuestión fuera estudiada por una comisión especial interdisciplinaria. También se pidió que se prestase más atención a los divorciados que no se han vuelto a casar, testigos a veces heroicos de la fidelidad matrimonial. Al mismo tiempo, se manifestó el deseo que se acelere el proceso de reconocimiento de la nulidad del matrimonio y de la constatación de la validez del mismo. Y se recordó que los hijos no son una carga, sino un don de Dios, fruto del amor entre los esposos. (…)

No equiparar matrimonio y uniones homosexuales

Igualmente se reiteró que, a pesar de la imposibilidad de equiparar el matrimonio entre hombre y mujer a las uniones homosexuales, las personas con esta orientación deben ser acompañadas pastoralmente y protegidas en su dignidad, pero sin que esto parezca una aprobación, por parte de la Iglesia, de su orientación y su forma de vida. Sobre la cuestión de la poligamia, en particular de los polígamos convertidos al catolicismo que deseen recibir los sacramentos, se sugirió un estudio amplio y exhaustivo.

(…) Por último, se insistió en que se señalase que la RS será, en cualquier caso, un documento de preparación para el Sínodo Ordinario previsto para octubre de 2015.

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