Søren Kierkegaard, del que celebramos el bicentenario de su nacimiento, fue una de esas impertinencias con las que de tanto en tanto nos abofetea la historia para que no nos dejemos arrastrar por la corriente, para que no olvidemos que todo “orden establecido” se encuentra bajo sospecha. Con su pluma vigorosa y su pensamiento radical sacudió la sociedad y la fe de su tiempo, y sigue inquietando al lector de hoy.
Søren Kierkegaard nació en Copenhague el 5 de mayo de 1813. Fue el hijo menor de un próspero negociante de la capital danesa que inculcó en el niño un fuerte sentimiento de culpabilidad, así como el gusto por las disquisiciones teológicas. En 1840 se comprometió con Regina Olsen, pero trece m ...
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