Cuando se hace necesario recortar el gasto público, habría que mirar, quizá antes que a la Administración, a su cortejo de empresas y fundaciones creadas con cargo a los presupuestos. En España, la navaja de Ockham podría hacer una buena poda de esos entes públicos.
No está justificado crear empresas o fundaciones públicas para fines que pueden ser asumidos por la Administración
En la coyuntura actual de la economía española se habla, con especial interés, de la racionalidad en la estructura del sector público. Esta preocupación debería estar presente en épocas tanto de crisis como de bonanza económica, para primar, en todo caso, el uso racional de los recursos apo ...
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