«Me he llenado de profunda aflicción en mi visita a Tierra Santa. Me ha recordado mucho a lo que nos sucedió a los negros en Sudáfrica». Así se expresaba el arzobispo anglicano Desmond Tutu en una reciente conferencia pronunciada en Boston refiriéndose al modo en que el gobierno israelí trata a los palestinos. Tutu, premio Nobel de la Paz en 1984, fue uno de los grandes exponentes de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica.
En la conferencia, de la que recoge algunos párrafos el diario británico The Guardian (29-IV-2002), Tutu afirmaba: «He visto la humillación de los palestinos en los controles y bloqueos de carreteras, sufriendo como nosotros cuando los policías blancos nos impedían movernos de un sitio a otro». Con estas declaraciones comparaba el asedio de las fuerzas militares israelíes con el apartheid que los negros sufrieron en Sudáfrica. Para Tutu, el problema de Oriente Próximo no puede limitarse a la condena de los actos terroristas palestinos; también Israel debe rectificar: «Condenamos la violencia de los hombres-bomba y condenamos la corrupción de las mentes de los jóvenes a los que se enseña a odiar; pero también condenamos la violencia de las incursiones militares en los territorios ocupados, y la inhumanidad que no permite a las ambulancias llegar hasta los heridos».
En su visita a Tierra Santa, el arzobispo ha visto las consecuencias de los asentamientos israelíes creados en los territorios ocupados: «He presenciado cómo los palestinos señalaban lo que fueron sus hogares, ahora ocupados por israelíes». Lo que los judíos están haciendo, añadió, es semejante a lo que ellos lamentan en su propia historia: «¿Han olvidado nuestras hermanas y hermanos judíos su humillación? ¿Han olvidado tan pronto los malos tratos colectivos, las demoliciones de casas sufridas en su propia historia? ¿Han dado la espalda a sus profundas y nobles tradiciones religiosas?». Tutu está convencido de que sólo en un marco de justicia e igualdad por ambas partes, la judía y la palestina, puede llegar la ansiada paz.
