La izquierda francesa salida del mayo del 68 no encuentra relevo entre la generación de los de 30-40 años. Las jóvenes elites no se adhieren a una causa capaz de movilizarles en la política, y se ven más atraídas por el sector privado que por el público. El resultado es un envejecimiento notable de los partidos de la izquierda francesa.
Este es el panorama que revela un estudio realizado por el Cecop para Le Monde (6-III-2000). La falta de juventud en los partidos de izquierda se refleja en la elevación de la edad media de los militantes. En el Partido Socialista la edad media es 55 años; los miembros de menos de 40 años han pasado de ser un tercio en 1985 al 14% en la actualidad; y los de menos de 30 años son el 5%. En el Partido Comunista, con una edad media de 49 años, los menores de 30 años representaban el 25% en 1979, mientras que hoy son el 10%.
¿Habrá más jóvenes entre los Verdes? Curiosamente, tampoco la ecología proporciona militantes jóvenes. La edad media es algo inferior a la de los otros partidos, pero también elevada: 47 años. Más preocupante es que los de menos de 25 años son solo el 1%.
El servicio público, que antes atraía a las mejores cabezas formadas en la Escuela Nacional de Administración, pierde atractivo frente a los empleos en el sector privado. Según datos recabados por el diario parisino, varios ministerios tienen dificultades para reclutar sus jefes de despacho, escalón que exige seis años de antigüedad.
A los partidos, también los de derecha, les resulta difícil encontrar candidatos para las elecciones municipales. La dificultad se acentúa con la necesidad de encontrar candidatas para que en las listas electorales figuren tantas mujeres como hombres, según las normas de paridad aprobadas este año.