Jamie Blackley

Woody Allen vuelve a explorar la condición humana, ahora a través de un profesor de filosofía desencantado de la vida que de repente se entusiasma con una causa.
Esta película sobre WikiLeaks no es brillante, pero está bien contada y tiene el acierto de no centrarse en la polémica en torno a Assange, sino en lo que supone Internet para el acceso a la información.
Otra versión del cuento, menos blanca, más oscura y trágica, con más nieve, sangre y mucha acción.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.