Jafar Panahi

El cineasta iraní Jafar Panahi da otra admirable vuelta de tuerca al cine rodado en la clandestinidad.
“Tres caras” subraya las diferencias entre el mundo urbano y rural en Irán, pero en el fondo habla de las relaciones entre el cine documental y el de ficción.
El director se pone al volante de un taxi y filma a los clientes. Con esta pequeña joya demuestra que con poco se puede hacer mucho, si hay algo que contar.
Un equipo de rodaje llega a un pueblo del norte de Irán, en la región de Koker, devastado por un temblor de tierra, para realizar una película. Hossein, un muchacho del lugar, es contratado como ayudante del equipo y, además, se le asigna la interpretación de un pequeño papel. Casualmente, también colabora en la película una muchacha del vecindario, de la que Hossein está locamente enamorado, pero los padres de ella lo rechazan porque carece de recursos económicos.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.