Gianfranco Morra

Mucho se ha escrito sobre laicidad, tras la visita del Papa Benedicto XVI a París y Lourdes. Hay una laicidad que no se contrapone al cristianismo, sino que es su consecuencia legítima.
Atenas, Roma, Jerusalén

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.