La restauración de la democracia exigirá mantener la presión interior e internacional, para vencer la resistencia del sector chavista que estaría dispuesto a negociar.
El autoritarismo del régimen embarra las vías democráticas para su derrota. De la presión internacional no es plausible esperar demasiado. Pero el chavismo, en tanto sistema esencialmente corrupto, ha creado sus propias grietas.
Los votos no bastan, y la oposición, apoyada por países democráticos, debe presionar a fin de provocar una negociación para que Maduro abandone el poder.
Para muchos electores, el partido de López Obrador sigue representando lo nuevo y el cambio que desean, aunque en seis años de mandato haya logrado pocos avances.
La elección de María Corina Machado como candidata a la presidencia ha devuelto a los venezolanos la esperanza de que con el voto se puede reconquistar la democracia.