Renata Kaczmarska: “Queremos apoyar a la familia en sus funciones”

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Más que cambiar la definición del matrimonio y de la familia de un país, el poder político debe ayudar a la familia a cumplir sus funciones con políticas sociales eficaces

¿Tiene el poder político algo que decir respecto a la familia? Los gobiernos están para ayudar a las familias a cumplir sus funciones; unas veces, creando las condiciones para que ellas solas actúen; y otras, ayudándolas donde éstas no pueden llegar. Así lo ha recordado estos días en Madrid la coordinadora del Programa de Familia de Naciones Unidas, Renata Kaczmarska.

Aunque todavía faltan más de dos años, Renata Kaczmarska ha empezado a reunirse con expertos de todo el mundo para escuchar ideas y empezar a preparar el 20º aniversario del Año Internacional de la Familia, que se celebrará en 2014.

España es el primer país donde Kaczmarska ha comenzado su gira. Ha venido invitada por la International Federation for Family Development (IFFD) y The Family Watch, un think tank vinculado a esta Federación.

La IFFD contaba desde 1999 con un estatus consultivo especial ante Naciones Unidas. Pero, desde el pasado julio, ha sido recalificada con una categoría superior (la de estatus consultivo general); esto le permitirá participar de forma más activa ante la ONU en cuestiones relativas a la familia.

2014, Año Internacional de la Familia

Según ha adelantado Kaczmarska en Madrid, Naciones Unidas quiere centrar el próximo Año Internacional de la Familia en tres áreas: 1) la lucha contra la pobreza de las familias y la exclusión social; 2) la conciliación entre el trabajo y la familia; y 3) la promoción de la integración social y la solidaridad entre las generaciones en el seno de las familias y las comunidades.

Está claro que no es lo mismo conciliar familia y trabajo en Alemania que en Etiopía. De ahí que Kaczmarska haya insistido en que cada una de esas tres áreas tendrán que prepararse con encuentros regionales (o sea, por zonas geográficas similares a continentes) y mundiales.

De modo que el Programa de Familia de Naciones Unidas, que coordina Kaczmarska, irá determinando acciones concretas pero también señalará principios que servirán de orientación a los Estados miembros durante los próximos años. ¿Cuáles son algunos de esos principios?

Ayudar mejor a las familias

Un principio clave que repitió Kaczmarska el lunes 24 tanto en la rueda de prensa de la mañana como en la conferencia de la tarde fue que la misión del poder político –ya sea supranacional o nacional– es ayudar a las familias a cumplir sus funciones. “Queremos apoyar a las familias en sus funciones y difundir las buenas prácticas en políticas familiares”, afirmó.

Bien pensado, el mensaje de Kaczmarska tiene repercusiones muy serias. Lo que viene a decir la responsable de familia de la ONU es lo siguiente: más que cambiar la definición del matrimonio y de la familia de un país, los gobiernos deben crear las condiciones para que las familias puedan cumplir sus funciones y apoyarlas allí donde no puedan hacerlo.

Esta idea-fuerza conecta con una de las áreas del próximo Año Internacional de la Familia: la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Pero también con el primer Objetivo del Desarrollo del Milenio. En alusión a este objetivo, dijo: “No se pueden erradicar la pobreza extrema y el hambre sino a través de las familias”.

Un principio orientativo para diseñar las políticas sociales destinadas a mejorar el desarrollo de los países es “atender a las familias como unidades en lugar de tratar a sus miembros de forma individual”.

Entre otras cosas, este enfoque permitiría ayudar mejor a las familias que pueden correr más riesgos económicos. Kaczmarska citó cuatro ejemplos: hogares monoparentales; familias numerosas; familias que cuidan a discapacitados; y familias emigrantes.

Permisos de paternidad

Dentro del área para conciliar familia y trabajo, Kaczmarska destacó la importancia de los permisos de maternidad y de paternidad como herramienta para implicarse conjuntamente en la crianza y educación de los hijos.

Sobre el de paternidad advirtió que, aunque en varios países de Europa ya existen legalmente, ahora tiene que mejorar su consideración social. Muchos hombres, dijo, no los utilizan porque temen perder el empleo o bien porque les da vergüenza.

En muchos casos, lograr el equilibrio entra familia y trabajo es posible gracias a la familia extensa. Pero a Kaczmarska no se le escapa que contar con la ayuda de los abuelos –sobre todo, en ciudades donde hay grandes distancias de por medio– es cada vez más complejo. De ahí que la solidaridad intergeneracional sea otra de las grandes preocupaciones de la ONU para los próximos años.

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