En Francia, ante la proliferación de los trabajos a domicilio -desde el cuidado de ancianos hasta el traslado de niños a la guardería-, el grupo privado ESFIN IDES ha decidido crear una sociedad que coordine la oferta y la demanda de estos servicios. Esta especie de «supermercado» de trabajos domésticos responde a una necesidad creciente, favorecida por la medida, adoptada por el gobierno el año pasado, de permitir que las familias deduzcan del impuesto sobre la renta la mitad de lo que gastan en esos servicios, hasta un máximo de 12.500 francos, unos 2.230 dólares (ver servicio 15/92).
La iniciativa del grupo ESFIN IDES pretende que haya una dirección a la que puedan dirigirse tanto los hogares que necesitan un servicio como las personas que se ofrecen a prestarlo. Entre los trabajos a domicilio se incluyen el cuidado de niños, de personas mayores o de enfermos, las ayudas a la mujer en estado, las clases particulares u otros servicios a personas.
El director de Desarrollo de ESFIN IDES, Pascal Dorival, lamenta que se valoren más algunos trabajos, como la fabricación de un coche, que los que consisten en la atención de personas. «Nuestro objetivo es responder a la demanda de los hogares: los empleos se crearán como una consecuencia natural de esas peticiones -señala-. Es hora de reconocer a estos trabajos su nobleza y utilidad, en lugar de hablar de una nueva servidumbre».
Con el desarrollo del empleo femenino fuera del hogar y el aumento de la esperanza de vida, las necesidades de servicios a domicilio han aumentado considerablemente. En 1992 había en Francia algo más de medio millón de empleadores declarados de trabajadores a domicilio con dedicación parcial. Pero la ley de desgravación fiscal prevé que se creen unos 50.000 empleos más a tiempo completo y alrededor de 150.000 a tiempo parcial.
Hasta el momento, tres regiones han dado el visto bueno para empezar «supermercados» de trabajos domésticos en cuatro ciudades del país.