Estados Unidos se replantea el divorcio fácil

publicado
DURACIÓN LECTURA: 3min.

Desde que, en 1969, se aprobara en California una ley que permitía obtener el divorcio sin necesidad de invocar causas ni de contar con el consentimiento del otro cónyuge, esta fórmula ha sido adoptada por todos los demás Estados norteamericanos. Los tribunales se han liberado de los largos procesos cargados de pruebas y declaraciones. Pero últimamente algunos Estados empiezan a replantearse esa tendencia a facilitar el divorcio.

En Michigan se está tramitando una ley para poner barreras al divorcio de matrimonios con hijos y cuando lo solicita sólo una parte. En Iowa se prepara un proyecto similar, y hay planes para hacer lo mismo en Idaho, Georgia y Pensilvania. Estas iniciativas cuentan con apoyo popular: según una encuesta realizada por el Family Research Council, el 55% de los norteamericanos son partidarios de dificultar los procesos de divorcio cuando se opone uno de los cónyuges.

La diputada Jessie F. Dalman, promotora del proyecto de Michigan, justifica su propuesta diciendo que «tenemos que empezar a ver la relación entre el divorcio y otros problemas», especialmente la pobreza familiar y la delincuencia juvenil. Algo parecido declara a la revista Newsweek (18-III-96) William Galston, ex consejero del presidente Clinton: «Hemos hecho un gran experimento social en los últimos 40 años, en favor de la autonomía individual, la capacidad de elección, la felicidad y la realización personales, y en detrimento de la responsabilidad y del sacrificio. Ahora nos preguntamos si el experimento ha sido un éxito o un fracaso».

En los últimos 25 años, la tasa de divorcios ha crecido un 30% en Estados Unidos, y un estudio de la Universidad de Oklahoma atribuye la mitad de ese aumento a la legislación que facilita divorciarse. Una consecuencia de esta evolución es que en la actualidad uno de cada cuatro menores de edad estadounidenses vive en familias monoparentales. Los efectos del divorcio en el plano económico tampoco son positivos. El divorcio hace que bajen un 21% los ingresos per cápita de las familias afectadas. Una parte importante de los hogares de divorciados con hijos viven bajo el límite oficial de pobreza: el 38% de los encabezados por la madre y el 17% de los que quedan al cargo del padre.

Los contrarios a las recientes iniciativas creen que las restricciones al divorcio estimularán la cohabitación.

Gran Bretaña: supervivencia a los diez años

Mientras en Estados Unidos están de vuelta, en Gran Bretaña se va a introducir el divorcio a petición. El proyecto actualmente en debate en la Cámara de los Lores eliminará la necesidad de invocar causas objetivas para divorciarse, aunque impondrá un año de reflexión desde la solicitud (ver servicio 62/95). Partidarios y opositores del proyecto discuten si es esa la manera de detener la escalada de divorcios, que es el deseo de todos.

En efecto, si la tasa de divorcios se mantiene en el nivel actual, más de la mitad de las parejas británicas que se casen este año se habrán divorciado antes de celebrar sus bodas de plata, y al menos uno de cada cuatro matrimonios no cumplirá diez años. Así lo predice un reciente informe de la Oficina de Censos y Estudios Demográficos.

Inglaterra y Gales registran las tasas de divorcio más altas de Europa. En 1994 hubo 158.200 divorcios, que implicaron a 165.000 niños menores de 16 años. En las tres últimas décadas han aumentado las tasas de divorcio en todos los grupos de edad. Pero la proporción es mayor cuanto más reciente es el matrimonio. Estos son los porcentajes de parejas divorciados a los diez años de casarse, según la fecha de la boda: 3% para las formadas en 1951, 7% para las de 1961, 17% para las de 1971, 23% para las de 1981. Las estadísticas señalan que las mayores tasas de divorcio se dan en dos grupos: los casados por vez primera antes de los 20 años y los casados por segunda vez entre los 20 y los 30.

Ha habido dos momentos de expansión del divorcio: el primero en 1971, cuando entró en vigor la reforma legal que permitió los divorcios rápidos; el otro, en 1985, cuando se redujo de tres años a uno el tiempo mínimo de matrimonio antes de poder solicitar un divorcio.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.