Casi uno de cada diez niños canadienses menores de once años vive en familias recompuestas (con padre o madre divorciado/a o fallecido/a), a menudo con hermanastros. Uno de cada seis vive en hogares monoparentales, casi siempre a cargo de la madre. El 30% han nacido fuera del matrimonio. Estas son algunas de las conclusiones acerca de la vida familiar de los niños canadienses sacadas a la luz por un Estudio Longitudinal de los Niños realizado por Estadísticas de Canadá.
El estudio realiza un seguimiento de 23.000 niños, a intervalos de dos años, para conocer la evolución de su vida familiar. La investigación abarca desde recién nacidos a niños de 11 años. El estudio revela que la tendencia ascendente del divorcio, de los segundos matrimonios y de la cohabitación está haciendo que los niños vean cambiar su ambiente familiar en unas dimensiones sin precedentes.
El porcentaje de niños nacidos en parejas que cohabitan sin estar casadas es el doble que hace diez años (20% en 1993-94 frente al 10% en 1983- 84). Esto es importante para el futuro de estos niños, ya que las relaciones entre parejas no casadas se rompen antes que los matrimonios, aun cuando hay hijos.
Los niños nacidos de madres solteras es cada vez más probable que carezcan de una figura paterna en casa. Más de la mitad de los niños nacidos de madres solteras en 1983-84 pudieron ver completada la familia cuando el padre fue a vivir con la madre después del nacimiento. En cambio, en 1992, el movimiento fue el contrario: más de la mitad de los niños nacidos de madres solteras perdieron al padre porque se fue de casa antes de que nacieran. «Hace treinta años, los hijos nacían dentro de una estructura familiar monolítica: en más del 90% de los casos habían nacido de una madre y un padre que se habían casado por primera vez y que nunca habían vivido como pareja, juntos o con otros, antes del matrimonio -dice Nicole Marcil Gratton, demógrafa de la Universidad de Montreal que hizo el análisis para Estadísticas de Canadá-. Hoy, el 78% de los niños nacen en familias con dos padres. Sin embargo, los lazos conyugales son cada vez más flexibles».