Reforma de la escuela en Italia: lo que ha cambiado y lo que cambiará

publicado
DURACIÓN LECTURA: 4min.

Palermo. A todos ha llegado el eco de las protestas contra los cambios a que se enfrentaba la escuela italiana por efecto de la “reforma Gelmini”. Pero no todos han advertido que el nuevo ordenamiento de la escuela que deberá implantarse de aquí al curso 2014-2015 es también fruto de los cambios normativos de los gobiernos precedentes, cuyo desarrollo se había dejado hasta ahora de lado.

Junto a las numerosas críticas, la ministra Mariastella Gelmini ha recibido también apoyos cualificados, como el de Emma Marcegaglia. La presidenta de Cofindustria (la organización patronal) ha dicho a propósito de la escuela que “lo que se ha hecho había que hacerlo”. Porque el gasto actual está por encima de la media de la Unión Europea, pero los resultados no resultan satisfactorios, como han demostrado los informes PISA.

También se ha sostenido que la reforma era urgente desde las páginas de la revista Italiani-Europei, expresión de la fundación homónima presidida por el ex premier Massimo D’Alema, destacado exponente de la izquierda italiana. Alessandro Cavalli, presidente de la asociación de cultura y política Il Mulino, escribe allí que en los últimos treinta años, a pesar de la disminución constante de estudiantes, no han disminuido los profesores: hoy “el número de alumnos por docente es más bajo en Italia que en la media de los países de la OCDE”.

Actualmente, el sistema educativo italiano reconoce escuelas estatales y no estatales. Estas últimas pueden ser administradas por entes públicos o privados. La ley 62 de 2000 ha reconocido a muchas de estas escuelas como “paritarias”, con derecho a un (pequeño) financiamiento público.

Cambios en los ciclos de estudios

La escuela italiana sigue articulada en dos ciclos. El primero comprende la escuela primaria (5 años) y la escuela secundaria de primer grado (3 años). El segundo (5 años) se divide en tres grandes sectores que constituyen la escuela secundaria de segundo grado: los liceos (institutos), las escuelas técnicas y los institutos profesionales.

Este segundo ciclo sufrirá modificaciones a partir del año escolar 2010-2011. Los planes de estudio de las escuelas técnicas deberán pasar de una organización basada en los actuales 6 sectores (que comprenden 39 asignaturas) a una más simple, que prevé 2 (con 11 asignaturas): uno económico y otro tecnológico. Los institutos profesionales, nacidos para formar trabajadores capaces de abordar tareas de una cierta complejidad pero esencialmente referidas a la ejecución de obras, deberán pasar de 28 asignaturas a 6, reagrupadas en dos sectores: “industria y artesanado” y “servicios”.

Por lo que toca a los liceos, centros de formación general que preparan para los estudios de nivel universitario, tendrán seis modalidades: el liceo clásico (caracterizado por el estudio de las lenguas clásicas griega y latina), el científico (más matemáticas y nada de griego), el lingüístico (tres lenguas extranjeras), el de ciencias humanas (análogo al antiguo magisterio), el musical (que constituye una novedad), el artístico (con tres especialidades: “artes figurativas”, “arquitectura y diseño”, y “audiovisual, multimedia y escenografía”).

Las principales novedades, en vigor ya desde este año escolar, se reducen a la vuelta a la evaluación con puntos de 1 a 10 (en lugar de calificativos) en la escuela primaria y en la secundaria de primer grado; y a la valoración del comportamiento (la “nota de conducta”) en la escuela primaria y en la secundaria de primero y segundo grado, que será determinante para la admisión al curso siguiente o al examen de fin de estudios. Esta parte de la reforma, como la que prevé un freno sustancial a las continuas modificaciones de los textos escolares, ha sido recibida generalmente de manera muy positiva.

Polémica sobre el maestro único

A partir del próximo año escolar se reintroducirá en los primeros cursos de la escuela primaria la figura del maestro único (o principal). Para algunos observadores, se trata de una vuelta al pasado que irá en detrimento de la calidad de la enseñanza, puesto que el actual “módulo” de tres maestros permite una mayor especialización.

Este es el punto más debatido de la reforma. En las páginas del Corriere della Sera, Angelo Panebianco ha afirmado que en 1990 “la abolición del maestro único fue dictada exclusivamente por razones sindicales”, y que el motivo de esta decisión fue “bloquear cualquier intento de reducir el personal escolar”, como habría sido lógico por la caída de la natalidad.

Otros analistas han observado en cambio que el maestro único, además de ser lo habitual en la mayoría de los países europeos, resulta preferible porque, gracias a las muchas horas que pasa con la clase, conoce muy bien a los alumnos y a sus familias, representa para ellos un referente, y es el principal responsable de la marcha de la clase.

El maestro único-principal, además, al ocuparse de las asignaturas que requieren un cierto tipo de estudio, como la lengua italiana, las matemáticas, las ciencias, la historia o la geografía, favorece mejor en los niños un enfoque unitario del conocimiento.

El 4 de marzo pasado la ministra Gelmini ha añadido un componente ulterior a la reforma, presentando el programa para la experimentación de la asignatura de “Ciudadanía y Constitución”: 33 horas anuales, a cargo de los docentes del área de Historia y Geografía y dentro del horario escolar en vigor.

Se trata de una nueva disciplina prevista para las escuelas de todo tipo y grado. A finales de mayo saldrá una convocatoria de concurso para las escuelas dirigido a financiar con un total de un millón de euros las propuestas de experimentación de esta asignatura.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.