Durante los últimos cincos años (1999-2003) la enseñanza privada ha crecido en Argentina un 6%, hasta alcanzar 1,9 millones de alumnos en primaria y secundaria, el 24% del total, un punto más que al principio del quinquenio, según datos del Ministerio de Educación. En este periodo las escuelas privadas han recibido más de 100.000 alumnos nuevos.
Se prevé que al alumnado de los centros privados siga aumentando, a medida que el país sale de la crisis económica. Así al menos piensa Perpetuo Lentijo, representante de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas: «Creemos que este año, con la recuperación económica que experimenta el país, las familias volvieron a enviar a sus hijos a la escuela privada» (La Nación, 12-IV-2004). Incluso sostiene que el aumento del sector no estatal es sólo «un aperitivo» de lo que mostrarán las cifras de 2004, año en que, a su juicio, el número de alumnos se incrementará un 10% respecto a 2003.
Más cauta se ha mostrado la Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada. Uno de sus dirigentes, Carlos Gali, ha declarado: «No creo que haya un notable crecimiento en la matrícula de las escuelas privadas. Históricamente, la educación privada recibió el 22% del total de alumnos que tiene el sistema educativo nacional».
A juicio de Enrique Martín, director de Educación Privada del Ministerio de Educación, «es lógico que el sistema privado recupere terreno, pues durante la crisis algunos padres dejaron de enviar a sus hijos a establecimientos privados; otros optaron por cambiarlos a colegios con matrículas más bajas». En cualquier caso, las cifras muestran un crecimiento sostenido de la educación privada.