D.J. Caruso

Thriller de acción extenuante que pone de manifiesto el viejo principio de que el fin no justifica los medios. Entretenida y correcta pero manida en forma y fondo.
El planteamiento de Disturbia no está mal y tiene cierta gracia, pero paulatinamente la trama se torna chusca, manida y elemental hasta quedar en un pasatiempo para adolescentes no demasiado exigentes.
Cine tedioso y previsible, que recurre a reclamos vergonzantes para sacar al espectador de una intensa sensación de perplejidad.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.