Las ficciones que han visto y leído los niños nunca figuran en los grandes análisis sociológicos. Los intelectuales serios no tienen tiempo para leer los libros infantiles y a muchos les daría vergüenza que los vieran con alguno en las manos. Sin embargo, ellos mismos explican que las ficciones dan forma a nuestras relaciones con el mundo, por lo que saben que lo que leen hoy mayoritariamente los niños condicionará su modo de afrontar la vida cuando sean adultos. Por
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