Los resultados de la última encuesta sobre hábitos culturales en España, realizada por el Ministerio de Cultura, confirman algunas tendencias patentes de esta sociedad y muestran cómo, a pesar del aumento de la asistencia a museos o el leve repunte de la lectura, el compromiso con la cultura ocupa un lugar secundario en la vida de muchos españoles, que alegan la falta de tiempo.
Al comparar la actual encuesta –que recoge información de 16.500 personas, entre marzo de 2014 y febrero de 2015– con la edición anterior (2010-11) se aprecia, en líneas generales, una mayor participación de los españoles en actividades culturales. El incremento es notable en el cine –de 49% en 2010-11 a 54% en 2014-15–, la lectura –de 58,7% a 62,2%–, y el teatro, de 19% a 23%.
“Los motivos no profesionales son importantes motores de la lectura”
Llama más la atención cómo el uso de Internet y de los dispositivos móviles –portátiles, tabletas, etc.– va ocupando cada vez más parte del tiempo libre, con un aumento del 14,4% y del 9%, respectivamente, con respecto a 2010-11. Aunque, por encima de todos, la televisión y la música mantienen los primeros puestos desde la encuesta que se publicó en 2006-07: alrededor de un 90% de los españoles ven la televisión y escuchan música con frecuencia.
El descenso más acusado se observa en la visita a exposiciones temporales y galerías de arte, así como en la asistencia a conciertos de música actual: una caída de 1,4%. Por otra parte, el uso del DVD en los últimos años ha menguado, como era previsible: del 49% a 42%.
Entre las causas que dificultan una mayor implicación cultural destaca la falta de tiempo: alrededor del 24% de los encuestados aduce este motivo como barrera para acudir al teatro o a conciertos.
Mujer, joven, con estudios universitarios
Si hay un perfil que destaque por su mayor compromiso con la cultura, este es el de la mujer joven, con formación universitaria. Así lo indican los datos relativos a la lectura, donde las mujeres superan a los hombres en 8,9 puntos. También en las visitas a museos, exposiciones y galerías de arte sobresale el público femenino; más concretamente, en los tres casos predominan las jóvenes que cursan estudios universitarios.
También se da una mayor implicación de la mujer en lo que la encuesta llama “prácticas culturales activas”: en la afición por escribir, pintar o dibujar (u otra actividad plástica), hacer teatro, cantar o practicar algún tipo de danza, sobre todo. En cambio, los hombres llevan ventaja a las mujeres en prácticas como la fotografía o el vídeo doméstico, diseñar páginas web, tocar un instrumento u otras actividades relacionadas con la música.
La lectura: un vaso medio lleno o medio vacío
El texto con los resultados de la encuesta usa un cierto tono positivo al hablar de la lectura: “El 62,2% de la población analizada lee al menos un libro al año, cifra que representa un incremento de 3,5 puntos porcentuales respecto a 2010-2011”. Ciertamente, se trata de un logro si se compara con el aumento que registraba la anterior encuesta (2010-11) frente a su predecesora de 2006-07: 1 punto. También es esperanzador saber que la mayoría de los que leen en España lo hacen en tiempo de ocio (56%), frente a una parte menor (29%) que lo hace por motivos académicos o profesionales. “Los motivos no profesionales son importantes motores de la lectura”, afirma el texto de la encuesta.
Si hay un perfil que destaque por su mayor compromiso con la cultura, este es el de la mujer joven con formación universitaria
El panorama resulta menos optimista si lo vemos del revés: casi un 38% de los españoles no abre ni un libro al año. Aunque, como señala Tommaso Koch en El País, la proporción de lectores ascendería al 92% si incluyéramos la lectura de periódicos, cómics o páginas web; pero no son productos equivalentes. En cuanto al soporte, el papel sigue ganando la batalla: a tenor de la encuesta, un 59% emplea este soporte, frente a un 18% que prefiere el digital.
El informe titulado La lectura en España 2017, promovido por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), arroja algo más de luz sobre esta situación; Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE, habla de un “estancamiento de la lectura”. Este informe también precisa, en palabras de Koch, “que leen más los jóvenes, los universitarios y los habitantes de municipios de más de un millón de habitantes”.
El cine no pierde fuelle
“Entre los espectáculos culturales el cine continúa siendo, con gran diferencia, el que tiene más adeptos”, apunta el texto de la encuesta. Más de la mitad de la población (54%) va al cine al menos una vez al año, siendo los hombres un poco más numerosos que las mujeres. La asistencia disminuye con la edad, desde el 86% de los jóvenes de 15-19 años al 9% de los mayores de 75; entre los de mediana edad (45-54 años), la proporción es del 58%. Los solteros que viven en casa de sus padres y las parejas con hijos menores son otro público propenso a ir al cine.