“Mujeres ante el aborto”: Profesionales destacadas denuncian el fraude de ley

publicado
DURACIÓN LECTURA: 3min.

Piden más información y ayudas para las mujeres que se plantean abortar.

Ante los abusos cometidos en algunas clínicas abortistas de Madrid y Barcelona -los procesos judiciales siguen abiertos- comienzan a surgir proposiciones concretas para dar al problema una solución que apueste por la vida. Frente a quiénes plantean modificar la ley para llevar a cabo una ampliación de los tres supuestos, un grupo de cincuenta mujeres -directivas, escritoras, empresarias, científicas, periodistas y artistas de primera fila-, han denunciado lo que denominan “fraude de ley masivo ”en el que se han convertido “la inmensa mayoría de los abortos practicados hoy día en nuestro país”.

Los datos hablan por sí solos: de los 101.592 abortos realizados en 2006 -según datos del Ministerio de Sanidad-, el 97% alegaron “grave peligro para la salud psíquica de la madre”. Un supuesto muchas veces no acreditado suficientemente, como denuncia esta plataforma “Mujeres ante el aborto”. Para este grupo de intelectuales, algunas de ellas dedicadas a la medicina, la atestación de que existe un riesgo psíquico para la madre se ha convertido en un mero trámite formal, pues “muchos certificados están estandarizados, firmados en blanco o sin que el especialista entreviste a la mujer”. Es por esta extendida y manifiesta irregularidad por lo que piden un mayor control en el cumplimiento de este aspecto de la ley, y proponen que este supuesto “no pueda alegarse en cualquier momento del embarazo”, pues esto da vía libre al aborto incluso más tardío.

El otro punto que les preocupa es la falta de información a las mujeres que, ante las dificultades que les rodean, optan por la interrupción del embarazo. Para las participantes en esta iniciativa, la deficiente información implica que “en el 80% de los casos las mujeres no deciden libremente abortar”. En su opinión, las circunstancias de la vida llevan a veces a precipitar decisiones: “la pareja, el entorno laboral y las familias, cuando son más jóvenes, obligan a muchas mujeres a abortar”. En la exposición de su iniciativa el grupo de “Mujeres ante el aborto” ilustró con algunas historias conmovedoras los datos y estudios que manejan. Como el caso de una joven granadina que se suicidó tras interrumpir su embarazo, o el de una mujer que a los treinta años de interrumpir la gestación sufría el síndrome postaborto, o de menores que han sido retenidas por familiares en el mismo quirófano, porque en el último momento se arrepintieron y decidieron seguir adelante con el embarazo.

No faltan en las reclamaciones de “Mujeres ante el aborto”, sugerencias de medidas concretas. Entre otras, piden el consentimiento informado de la embarazada, un documento donde se informe de todos los riesgos sanitarios, psicológicos y sociales, así como de las alternativas de apoyo que existen. Y es que el aborto se quiere presentar a veces como la única salida y “muchas no conocen la ayuda de que disponen”. Asimismo, solicitan a las autonomías la creación de una red de asistencia integral a las mujeres embarazadas. Y proponen también medidas para evitar los abusos introducidos a través del supuesto de riesgo para la salud de la madre: solicitan que los dictámenes médicos acrediten la situación de gravedad para la salud de la embarazada. Para frenar la extensión del uso del aborto con fines meramente lucrativos, proponen que, en el caso de clínicas privadas, estos diagnósticos no sean firmados por facultativos que tengan una relación laboral o mercantil con el centro.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.