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La tesis de Hawking no explica la creación a partir de la nada

publicado
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Stephen M. Barr, profesor de física en la Universidad de Delaware, escribe en First Things (10 de septiembre de 2010) sobre el último libro de Stephen Hawking, The Grand Design, y sostiene que su teoría de la creación cuántica no explica, ni puede hacerlo, por qué existe el universo.

Stephen Barr es taxativo: “Las ideas propuestas en el libro de Hawking no constituyen amenaza alguna para la doctrina judeocristiana de la creación”. De hecho, en la argumentación del astrofísico británico no hay nada nuevo; recoge, simplemente, una teoría ya conocida en el ámbito científico de la física cuántica.

“Se trata, explica Barr, de una idea sumamente especulativa, que todavía no ha sido formulada de un modo matemáticamente riguroso, y por tanto, no se puede en este momento realizar ninguna predicción comprobable. Además es difícil imaginar cómo podría verificarse”. Ahora bien, esto no significa, añade, que los creyentes no deban prestar atención a estas propuestas, ya que la posibilidad de creación de diferentes universos cuánticos no carece de fundamento.

Los diferentes universos de la física

En el artículo publicado por First Things, Stephen Barr realiza algunas explicaciones científicas. La mecánica cuántica tiene en cuenta sistemas físicos con posibles y diferentes “estados cuánticos”, que se rigen por las leyes de la dinámica. Gracias precisamente a estas leyes y a los principios fundamentales de la física cuántica se puede calcular la probabilidad de que un sistema cambie de un estado a otro.

¿Se puede aplicar esta teoría a nuestro universo? “Para los físicos, frente a los teólogos o metafísicos, el concepto de universo no significa ‘todo lo que existe’ o ‘la totalidad de las cosas’, precisa. Significa una estructura física autónoma, que incluye multitud de espacios-tiempo, partículas y otros elementos moviéndose en ese espacio-tiempo”.

En este sentido, puede existir una multiplicidad de universos, con unos que toman existencia mientras otros salen de ella, por ejemplo. Diferentes universos físicos componen lo que se denomina “sistema de universos”. “Cuando el número de universos cambia, se debe a que el sistema global ha sufrido una transición de un estado cuántico a otro”, transiciones y cambios que se explican a partir de las leyes de la dinámica.

Cambios de estado

Lo que Hawking sostiene en su libro es la posibilidad de que en un sistema de universos ya existente pudiera pasarse de un “estado de no universo” a un estado con uno o más universos. “¿Sería esto una creación en el sentido de los teólogos?, se pregunta Barr (…) La respuesta es no”, porque no comienza de la nada. “El ‘estado de no-universo’ en estos escenarios especulativos no es ‘nada’, sino algo muy definido: es un particular estado cuántico entre muchos de un complicado sistema regido por leyes (…), tiene propiedades específicas y potencialidades definidas matemáticamente”.

Para explicarse Barr recurre a un ejemplo: Una cuenta bancaria puede ser considerada como un sistema con muchos estados: a cero, cientos de dólares, números rojos… En el sistema caben, en efecto, transiciones entre diferentes estados. “Por ejemplo, cargos por crédito o intereses devengados. Incluso si la cuenta pasa a cero en un día, la cuenta, en cualquier caso, es algo definido y real, no es ‘nada’. Supone un banco, un sistema monetario, un contrato, todo ello regido por diferentes sistemas de reglas”.

Pues bien, “la teoría cuántica de creación de un universo -en la versión de Hawking o en la de otros- es similar a la transición que sucede en un cuenta a cero a una llena de dinero. Por ello, la ‘nada’ de la que parte Hawking en su teoría de la creación de nuestro universo no es una ‘nada’ en sentido metafísico”. Su nada, por decirlo así, “existe en el marco de un complejo sistema global con reglas específicas. Así podemos ver que, de ser ciertas, las teorías presentadas por Hawking no amenazan la doctrina clásica de la creación a partir de la nada”.

De hecho, concluye su artículo el profesor Barr, todas las preguntas sobre la creación a partir de la nada se sitúan fuera del ámbito de la ciencia: sobre ellas, la física no puede ofrecernos respuestas. A este propósito, recoge una frase de un libro de Hawking, Breve historia del tiempo, en el que el científico británico señalaba: “El enfoque habitual de la ciencia de construir un modelo matemático no puede responder a la pregunta de por qué debería existir un universo para el modelo que describe”.

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