Desde que en Holanda se hace a todas las embarazadas una ecografía a las 20 semanas, el número de abortos tardíos se ha duplicado. Y ha surgido el debate sobre el recurso al aborto con fines de criba eugenésica.
En 2007 el gobierno holandés aprobó la ecografía a las 20 semanas para todas las embarazadas; antes, las que querían hacérsela debían pagar por ella. La ecografía en esa fase del embarazo permite saber el sexo del bebé y también descubrir defectos como hidrocefalia, espina bífida o labio leporino. Si se descubre algún defecto genético, los padres tienen cuatro semanas para decidir si quieren que su hijo nazca, pues el plazo legal para abortar por cualquier motivo es de 24 semanas.
Lo que se ha observado es que el número de abortos de más de 20 semanas ha pasado de 140 en 2006 a 276 en 2008, según los datos publicados por la Inspección de Sanidad. Los datos no revelan el motivo de estos abortos tardíos, porque los doctores no están autorizados a registrar las causas. De todos modos, los inspectores dicen en su informe que es “plausible” que el aumento esté relacionado con la generalización de la ecografía a las 20 semanas.
La publicación de estos datos ha despertado el debate sobre la licitud ética de eliminar a estos bebés con defectos. Para el ginecólogo Hajo Wildschut, no hay que sorprenderse de que aumente el número de abortos tardíos: “Precisamente la ecografía a las 20 semanas estaba pensada para detectar estos defectos”, declara al NCR Handelsblad (12-02-2010).
Esmé Wiegman, diputada del ChristenUnie, partido democristiano que forma parte de la coalición de gobierno, ha declarado: “La vida de una persona discapacitada es una vida valiosa. Cuando está en juego la vida de uno de estos niños deberíamos tener un enfoque cuidadoso”. Ella propone posponer la ecografía hasta las 24 semanas, cuando ya no sería posible abortar legalmente. Pero los otros dos partidos de la coalición han respondido negativamente a esta propuesta.
Otros creen más importante que se ofrezca más información a los padres que reciben la noticia de que su hijo tendrá algún defecto congénito, pues hay defectos que pueden ser corregidos. El problema es que cada vez hay más intolerancia con los bebés que no están sanos.
La reforma en España
La evolución holandesa tiene particular interés para España, donde el gobierno ha puesto a veces como modelo la legislación sobre el aborto en aquel país.
En la reforma de la ley del aborto que se propone ahora en España, se admite el aborto libre hasta las 14 semanas, y hasta la semana 22 en el caso de que “exista el riesgo de graves anomalías en el feto”, según un dictamen emitido por dos especialistas. Pero incluso después, se podría abortar al feto si se detectan “anomalías incompatibles con la vida” o “una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico”.