Francia sufrió hace algo más de diez años una gran agitación social y violencia en las barriadas extremas –banlieu– de París y de las grandes ciudades. Las autoridades consiguieron a duras penas frenar y encauzar el conflicto, reflejo de muchas carencias sociales en esas zonas urbanas: fracaso escolar, desempleo, pobreza, desintegración familiar, discriminaciones…
En el otoño de 2005, durante tres semanas de tensión, a raíz de dos muertes en confrontaciones con la policía, la violencia de los jóvenes sacó a la luz un desarraigo muy distinto al de los unive ...
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