Juan Pablo II busca el deshielo con los ortodoxos

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El anuncio oficial de que Juan Pablo II viajará a Rumania supone que por fin se cumplirá uno de sus más fervientes deseos en el campo del ecumenismo: por primera vez, el obispo de Roma visitará un país de mayoría ortodoxa.

Desde hace tiempo, tanto los obispos católicos como el presidente rumano Emil Constantinescu habían invitado al Papa. Pero faltaba el acuerdo del patriarcado ortodoxo de Bucarest, representante de 20 millones de fieles, que bloqueaba el proyecto. Y Juan Pablo II, para quien este viaje debería romper el hielo con los ortodoxos, no podía ir sin una invitación del patriarcado.

Junto a la tradicional reticencia de la ortodoxia hacia Roma, un motivo de conflicto en Rumania entre los ortodoxos y los católicos de rito oriental (250.000 fieles) ha sido la devolución de templos, escuelas y seminarios confiscados por los comunistas en 1948. Como ocurrió también en otros países del Este, el régimen comunista encarceló a numerosos obispos y sacerdotes, anexionó por la fuerza a los greco-católicos a la Iglesia nacional ortodoxa y transfirió a ésta los lugares de culto.

Tras la caída del comunismo, los greco-católicos han pretendido recuperar sus iglesias, recurriendo a veces a los tribunales, con la oposición de los ortodoxos. Por fin, el pasado 28 de enero, en una reunión en Blaj, católicos y ortodoxos se pusieron de acuerdo en dar prioridad al diálogo, y los católicos se mostraron dispuestos a retirar las demandas judiciales. Los gestos de distensión han acabado dando sus frutos, y los obispos ortodoxos autorizaron al patriarca Teoctist a enviar la invitación al Papa. Al hacer el anuncio oficial, el patriarca mencionó como motivos de la invitación la necesidad de mejorar las relaciones ecuménicas con la Iglesia católica y la toma en consideración de una carta que Juan Pablo II le remitió el pasado enero. El contenido de la carta no se ha hecho público, pero probablemente reflejará la voluntad de arreglo en la cuestión de los lugares de culto. La fecha de la visita no se ha fijado, aunque se habla del próximo mayo.

La visita del primado anglicano

El pasado día 13 el Papa recibió en audiencia privada al primado de la Iglesia de Inglaterra, George Carey, con el fin de reactivar el diálogo ecuménico con los anglicanos. En la entrevista, acordaron celebrar en Canadá en mayo del próximo año una conferencia entre representantes católicos y anglicanos de alto nivel, para estudiar nuevos pasos que acerquen hacia la unidad.

El diálogo entre católicos y anglicanos sufrió una grave quiebra en 1992, cuando la Iglesia de Inglaterra decidió ordenar mujeres. El primado del Papa y el sacerdocio femenino son los principales, aunque no únicos, puntos de divergencia.

El Papa y el Dr. Carey acordaron unir esfuerzos para favorecer la condonación de la deuda exterior del Tercer Mundo con motivo del Jubileo del año 2000.

La anterior visita oficial del Dr. Carey al Vaticano fue en diciembre de 1996.

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