Gran Bretaña: una agencia explota la donación de órganos

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La agencia británica Hope ha convertido en un lucrativo negocio el deseo de tener hijos por parte de parejas estériles. Los clientes pagan 250 libras por inscribirse en la agencia y 850 más por los óvulos donados por mujeres fértiles. Hope actúa como intermediaria entre receptores y donantes; si ambas partes llegan a un acuerdo, deben acudir a una clínica de fecundación artificial, donde los óvulos de la donante son extraídos, fecundados in vitro e implantados en la mujer receptora.

Esta agencia intermediaria se aprovecha de una laguna en las leyes sobre reproducción artificial, que pretenden impedir el comercio de material genético. Los centros que practican la fecundación in vitro tienen prohibido pagar a los donantes de gametos, salvo una pequeña compensación -normalmente 15 libras- por las molestias. Pues los donantes han de someterse a análisis de sangre, para comprobar que no tienen enfermedades transmisibles, y si son mujeres, también a anestesia general, necesaria para extraer óvulos. Pero no hay prohibición expresa de que donantes y receptores lleguen a acuerdos económicos.

El organismo oficial británico que regula las prácticas de reproducción artificial, la Autoridad para la Embriología y la Fecundación Humana, conocía la existencia del negocio montado por la agencia; pero los convenios entre receptores y donantes quedan fuera de su jurisdicción.

Este caso pone de manifiesto que la reproducción asistida está desarrollándose, en muchos ocasiones, fuera del control de las leyes y de los órganos competentes, por lo que se convierte en un negocio que mueve mucho dinero (ver servicios 99/92, 14/95, 115/95). Esto hace que a menudo se oculte al público la baja tasa de éxitos que dan los métodos actuales.

En concreto, en la fecundación in vitro con óvulos de donante, sólo hay un 25% de posibilidades de que sobrevivan los óvulos implantados. No existen estadísticas fiables sobre la proporción de óvulos que mueren durante el proceso de fecundación ni sobre los abortos espontáneos que sufren las mujeres que se someten a este método. Además, en los casos en que se tiene éxito, el proceso requiere, por término medio, dos años de repetidos intentos. En Gran Bretaña, en 1992 se practicaron unas 300 fecundaciones artificiales con óvulos de donante, y sólo en el 19% de los casos se logró el embarazo.

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