Teología en la taberna

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Iniciativas

Hace veinte años, el sacerdote estadounidense John Cusik fundó en Chicago un programa denominado Theology on Tap. Si la expresión se entiende de modo metafórico, se trata de «Teología accesible». Pero, en sentido propio, tap es un grifo, o una espita por la que se extrae bebida de un recipiente. Por ejemplo, beer on tap quiere decir «cerveza de barril». En el caso de Theology on Tap, la ambigüedad es muy oportuna, pues la idea consiste en reunirse con jóvenes estudiantes o profesionales en cafeterías o establecimientos similares, para hablar de las enseñanzas de la Iglesia católica… con algún acompañamiento (no necesariamente alcohólico). La iniciativa se ha extendido a otras ciudades del país como Atlanta, Baltimore, Boston, Filadelfia, Washington, Los Angeles, etc.

Las reuniones comienzan con una breve oración. Luego, alguien -un sacerdote, generalmente- explica algún aspecto de la doctrina católica durante unos 30 minutos, para poner de manifiesto las implicaciones de la fe en la vida cotidiana. A continuación responde a las preguntas de los asistentes y, por último, todos «aprovechan» el lugar para cenar o tomar algo mientras conversan.

La periodicidad varía según los lugares, aunque lo más común es que las reuniones sean semanales. Los temas que se tratan son del estilo de «Cómo ser católico en tiempos de crisis»; «Trabajo: por qué y para quién»; «Por qué rezar y cómo»; «Explicación de la Misa»; «Joven, profesional y católico en el mundo moderno»; etc. En algunos casos, el orden del día viene marcado por la actualidad, como fue el caso de los atentados del 11 de septiembre. En la reunión de Washington, las preguntas de los asistentes giraron entonces en torno a las enseñanzas de la Iglesia en materia de defensa propia; cómo compaginar la misericordia con lo que a veces se siente hacia los terroristas; cómo saber si una respuesta violenta es venganza o guerra justa, etc.

La idea de los organizadores es imitar la conducta de Jesucristo, que buscaba los lugares donde estaba la gente y les hablaba utilizando ejemplos que les resultaran comprensibles (cfr. The Wall Street Journal, 2-XI-2001). Además, dicen, el público charla más cómodamente en un lugar informal, como una cafetería o un pub.

¿Un nuevo areópago? Puede ser. El programa de Theology on Tap de Washington es uno de los más florecientes. El día en que el arzobispo, el cardenal Theodore McCarrick, actuó de ponente, se reunieron cerca de 500 personas para escucharle y hacerle preguntas. Y todo esto en Lulu’s, un bar de salsa.

Un laico, Joe Rogers, es uno de los impulsores de esta iniciativa en Washington. Para Rogers, miembro del Opus Dei, la idea es congruente con el mensaje del fundador, Josemaría Escrivá, quien recordó que cualquier lugar honesto es bueno para buscar a Dios. También Lulu’s.

Ignacio F. Zabala

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