Gran Bretaña
La escasez de recursos económicos obliga a la Iglesia de Inglaterra a contar con sacerdotes no retribuidos que compaginan el ministerio con un trabajo remunerado. El año pasado se duplicó casi el número de tales ministros, que han llegado a ser más de un tercio del total. Hace más de treinta años la Iglesia anglicana empezó a emplear sacerdotes en estas condiciones, pero sólo para ayudar a los de dedicación exclusiva. Ahora, los ministros no pagados están, en muchos casos, al frente de parroquias.