BloodRayne: Betrayal

DATOS DEL VIDEOJUEGOGénero: Hack n’ Slash, plataformas.
Plataformas: PS3 (PSN), Xbox 360 (XBLA).
Versión analizada: PS3. Jugadores: 1.
Distribuidora: Majesco.
Idioma: En español, menos algunos rótulos.
Edad recomendada: PEGI 16.
Contenidos: violencia.
Precio: 14.99€ (PSN), 1200 MSP (XBLA).
Página web

GÉNEROS JUEGOS

La saga BloodRayne hasta ahora constaba de dos títulos de acción 3D en tercera persona que andaban parejos a sus adaptaciones cinematográficas: eran mediocres productos de serie B cuya fama se basaba en el atractivo de su protagonista: Rayne, una sugerente mestiza de humano y vampiro. Parecía que tras la segunda entrega la franquicia había caído en el olvido, lo que no hubiera supuesto una gran pérdida, pero su propietario ha decidido revitalizarla dándole otro enfoque.

Betrayal mantiene la premisa del hack n’ slash, un estilo centrado en avanzar destruyendo a todos los enemigos que se centra en la espectacularidad de las luchas, pero la traslada a un entorno bidimensional con apariencia de dibujo animado. Este lavado de cara le sienta muy bien y eleva el nivel de la franquicia, lo que no sorprende vista la calidad de sus cimientos. A falta de referentes propios de calidad, los toma de dos grandes de la industria: Castlevania (en sus entregas 2D) y Devil May Cry. Del primero adopta su estilo de plataformas, sus situaciones y enemigos y el preciosismo de sus localizaciones, y del segundo su socarronería y su frenético sistema de combate con mezcla de armas blancas y de fuego.

Con semejante herencia, este juego resulta exigente, tanto en los retos que plantea (cantidad de enemigos, trampas, puzles y situaciones) como en su sistema de juego, que otorga más puntos por luchar con estilo, sin recibir daños y en el menor tiempo posible. Pero la puntuación, más allá de desbloquear un trofeo, tan solo sirve para medirla por Internet con la de otros jugadores porque el único requisito para avanzar niveles es sobrevivir a ellos. Más interesante es el reto de recolectar las calaveras ocultas que hay en los niveles y que permiten aumentar la salud o las balas una vez se recogen las suficientes, ya que toda ayuda es bien recibida. Conviene aclarar que el juego, pese a ciertos eventos inmisericordes, no llega a frustrar porque podemos sorber la sangre de muchos enemigos para curarnos y tiene los puntos de control necesarios. La pega es que si se deja un nivel a medias hay que empezarlo desde cero porque sólo salva al terminar.

Por lo demás, en general todo son aciertos. Gráficamente parece un dibujo animado en alta definición, cuenta con animaciones fluidas, los movimientos son sencillos y abundantes y es divertido. Para ser redondo, le faltaría tener más variedad en los escenarios y los enemigos, hacer el control un poco más duro (porque en ocasiones su excesiva sensibilidad crea problemas) y, quizás y aunque no sea necesario en el género, tener una trama más elaborada porque no es más que una mera excusa para pegarse. La mención aparte es para la gótica banda sonora que, aunque resulta inspirada e incluso varía hacia versiones a piano cuando estamos dañados, necesitaría más temas porque acaba cansando por repetición.

En definitiva, es un título a considerar para amantes de la acción, de las plataformas y en particular de los juegos de estilo retro porque escasean, y un imprescindible para fans (que alguno habrá) de la saga. Se puede jugar sin conocer la historia previa y tan solo requiere habilidad, paciencia y la suficiente madurez como para no impresionarse con sus contenidos, que por otra parte no son especialmente desagradables. En este sentido, la clasificación PEGI es acertada: recomendado a partir de 16 años.

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