El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha anunciado que Estados Unidos y Suecia contribuirán con 12 millones de dólares al Global Equality Fund, un fondo promovido por varios países occidentales para apoyar a grupos LGBT (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales) de todo el mundo. En la misma reunión, celebrada en Nueva York el 26 de septiembre, Kerry también hizo público que Holanda acababa de donar un millón de dólares al mismo fondo.
En el encuentro, el primero que reúne a ministros del exterior y representantes de organizaciones LGBT en el marco de la Asamblea General de la ONU, Kerry denunció cualquier forma de violencia contra los homosexuales y explicó que la Administración Obama considera a Naciones Unidas como “una poderosa plataforma para extender nuestro apoyo a los derechos humanos de las personas LGBT”.
El problema, como explica Robert Oscar López en Public Discourse, es que su concepción de los “derechos humanos” es tan amplia que incluye prácticas controvertidas como la promoción del matrimonio homosexual, la adopción por parejas del mismo sexo o la fecundación artificial al servicio de esas parejas.
Pero ninguna de esas prácticas ha sido reconocida por la ONU ni por el Consejo de Europa como derechos humanos. Al no haber un consenso claro en estos temas sensibles, cada Estado miembro mantiene su autonomía legislativa. Esta autonomía es la que ahora queda en entredicho ante la voluntad de aquellos países de promover en otras naciones unos estilos de vida ajenos a su tradición.
Una de las herramientas para canalizar ese apoyo es el Global Equality Fund, creado en 2011 por EE.UU. A él contribuyen empresas privadas así como los gobiernos de Holanda, Noruega, Francia, Alemania, Islandia, Finlandia y Dinamarca. Según Kerry, hasta ahora el fondo ha destinado más de 7 millones de dólares para ayudar a grupos LGBT en 50 países. A estos hay que añadir los 13 millones donados ahora por EE.UU., Suecia y Holanda.
Financiación en América Latina
Pero las ayudas no terminan aquí. En Colombia, explica López, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) contribuyó a financiar un curso de formación de cuatro días (del 30 de mayo al 2 de junio de 2013) para enseñar a activistas homosexuales “a participar en el proceso político del país”.
La fecha es importante porque por aquellos días el debate sobre los derechos de los gais estaba de plena actualidad en Colombia. El Senado había rechazado en abril el matrimonio homosexual. Pero ese mismo mes, la Corte Constitucional obligó al Congreso de la República a crear antes del 20 de junio un contrato para regular las uniones homosexuales estables (cfr. Aceprensa, 29-04-2013).
USAID, que cuenta con una subdivisión llamada LGBT Global Development Partnership, tiene previsto dar 11 millones de dólares durante los cuatro próximos años a grupos LGTB de “países vecinos como Ecuador y otros en desarrollo”.