Los orígenes de la vida

TÍTULO ORIGINALOrigins of Life

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNMadrid (1999)

Nº PÁGINAS88 págs.

PRECIO PAPEL8,65 €

TRADUCCIÓN

Profesor emérito en el Institute for Advanced Studies de Princeton, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y escritor de prestigio (From Eros to Gaia, 1992, Imagined Worlds, 1997), Freeman J. Dyson analiza en esta obra el impacto que sobre nuestra idea acerca del origen de la vida han tenido los avances que se han realizado en Biología y Geología en los últimos años.

El libro se centra principalmente en el análisis crítico de la posibilidad de que la vida comenzase dos veces. La opinión mayoritaria supone que la vida comenzó una sola vez, estando ya presentes en los primeros organismos tanto la replicación como el metabolismo. Dyson, por el contrario, se plantea la posibilidad de que la vida tuviese un doble comienzo, con dos tipos distintos de criaturas: unas capaces de metabolizar sin replicarse y otras capaces de replicarse sin presentar metabolismo. Pese a los descubrimientos realizados en los últimos años, «el misterio básico del origen de la vida -escribe Dyson en el prefacio- permanece sin resolver».

Los dos primeros capítulos son históricos. En el capítulo 1, Dyson describe el desarrollo histórico de las ideas que conducen a la pregunta que el autor considera fundamental para todas las investigaciones del origen de la vida: «¿Es lo mismo el origen de la vida que el origen de la replicación?». En su análisis, Dyson expone las razones que le inclinan a responder de forma negativa a la pregunta inicial, dando preferencia a la hipótesis dual. Según la «hipótesis del origen doble» -como él la llama-, y en contra de la opinión mayoritaria actual, el ARN no fue la molécula original de la vida: «las moléculas originales de la vida -afirma- fueron proteínas, o polímeros similares a proteínas, encontrándose ya establecida una vida de este tipo cuando el ARN entró en escena».

En todo caso, reconoce el autor, nos encontramos todavía en un territorio virgen (el origen de la vida de proteínas y el, aún más complejo, origen del metabolismo) que aguarda la exploración de los químicos experimentales. El capítulo 2 describe con mayor detalle los principales experimentos llevados a cabo y las teorías clásicas acerca del origen de la vida.

En el capítulo 3, el más técnico de la obra, el autor explica su propia contribución a la cuestión, un modelo matemático con el que pretende representar de forma abstracta la transición desde el caos a una actividad metabólica organizada en una población de moléculas. En este capítulo, el autor propone como hipótesis de trabajo que «la vida primitiva consistía en una maquinaria puramente metabólica, sin replicación». En una etapa posterior, la replicación surgiría como una intrusión parasitaria.

Finalmente, el capítulo 4 analiza algunas de las preguntas que el modelo deja sin resolver y las implicaciones de este en las siguientes etapas de la evolución biológica. Es aquí donde –tomando algunas ideas de científicos como Darwin, Wilson o Dawkins– Dyson parece decantarse hacia una visión de perfil naturalista, reduciendo toda clase de argumentos a los que utiliza la ciencia experimental. Con todo, entre las «preguntas sin respuesta» a las que dedica el último capítulo, hay una en la que Dyson muestra una cierta apertura a la trascendencia.

Escrita con claridad, rigor y elegancia, la presente obra resultará una agradable y enriquecedora aventura para cualquiera que esté interesado en el origen de la vida. Sin ser un libro exclusivo para especialistas, exige del lector, eso sí, unos buenos conocimientos de Biología molecular y celular.

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