La emoción prehistórica acaba de aterrizar en Madrid con la llegada de Jurassic World: The Experience, una espectacular exposición inmersiva basada en el universo cinematográfico de la exitosa saga de Universal Pictures. Hemos visitado esta megaproducción que mezcla entretenimiento, tecnología y ciencia.
Ocurre en casi todas las exposiciones inmersivas. Cuando uno se adentra, se olvida de dónde está. Y en este caso, quizás más. Porque, al escuchar los rugidos lejanos de las criaturas prehistóricas uno percibe que no está viendo una película: está dentro de ella. Esto es lo que ocurre en Jurassic World: The Experience.
Este parque inmersivo ocupa unos 4.000 metros cuadrados en el Espacio Ibercaja en Delicias (Madrid). El espectador entre en un mundo sorprendente desde el primer minuto, y no solo por los dinosaurios a escala real (que, ya de por sí, son una locura), ni por los efectos especiales o la impresionante escenografía… Lo que hace sobresalir esta experiencia de las demás es el equipo de actores y guías que mantienen el espectáculo. Todo el personal te sitúa como protagonista de una verdadera visita a la Isla Nublar.
En la primera estación del recorrido, la escenografía te hace sentir como si fueses un pasajero más dentro del barco camino a la isla, e incluso puedes ver el mar a través de las ventanas. Durante todo el recorrido, el visitante se convierte en un turista dentro de este parque jurásico, mientras los guías advierten constantemente sobre posibles “fugas” de dinosaurios y “recuerdan” las medidas de seguridad que todos han de mantener durante su visita; es tensión ficticia que hace olvidar por completo que estás en una exposición en el centro de la ciudad.
“Queremos transmitir a la gente la emoción de explorar el mundo jurásico, y esa sorpresa de no saber lo que ocurrirá a la vuelta de la esquina”, explicó el vicepresidente ejecutivo de Neon Globals, Milán Rokic, que añadió que quieren ofrecer una experiencia envolvente y no sólo recrear el universo de Jurassic World, sino también educar e inspirar al público sobre la historia natural y la ciencia detrás de estos animales legendarios.
A lo largo del recorrido, que dura entre 45 y 60 minutos, el visitante se adentra en distintos escenarios. En el laboratorio de creación, el visitante tiene la oportunidad de ver y acariciar dinosaurios bebés, mientras observa cómo otros aún están dentro de sus incubadoras; también hay zonas de interacción con pantallas y realidad aumentada; y, por supuesto, los encuentros cercanos con criaturas como el triceratops, el velociraptor y el gigantesco tyrannosaurus rex.
La experiencia está pensada para todos los públicos, especialmente para los niños, que se asombrarán por el nivel de realismo de los dinosaurios. Los jóvenes disfrutarán además del despliegue tecnológico y la escenografía, ya que está diseñada para no desconectar de la experiencia ni un segundo. Los adultos, además de la oportunidad de compartir un momento en familia, valorarán la recreación de un universo que marcó muchas generaciones… y también la zona de chill out, donde una serie de carritos de snacks y bebidas permiten sentarse a tomar algo (sí, incluso unas cañas bien tiradas) bajo una carpa que protege del calor que ha comenzado a inundar las calles de la ciudad.
En resumen, Jurassic World: The Experience es mucho más que una exposición. Es una aventura pensada para disfrutar en familia, para emocionarte, para reírte, para asustarte un poco (sí, hay momentos de tensión muy logrados) y para reconectar con esa parte de nosotros que sigue soñando con dinosaurios.